En el último lustro, por lo menos 12 mujeres fueron condenadas a morir lapidadas en seis países gobernados bajo leyes musulmanas.
Ante la presión internacional, al iniciar el 2003 Pakistán e Irán han prohibido que se ejecute esta forma de pena capital para las mujeres.
El pasado 28 de diciembre, el máximo funcionario de la justicia en Irán declaró que los jueces tienen prohibido dictar sentencias de lapidación. Sin embargo, las mujeres iraníes exigen que esa pena se borre de los códigos penales.
En Pakistán, la Suprema Corte prohibió el 28 de agosto pasado que las mujeres adúlteras reciban la pena capital.
Todas las mujeres condenadas a morir lapidadas en ejecuciones públicas fueron acusadas de adulterio, es decir, tener sexo fuera del matrimonio, algo que se paga con la vida bajo las leyes conocidas como Sharia.
Amina Lawal, la más conocida de todas estas mujeres, fue condenada en Nigeria a morir por tener un hijo sin estar casada.
Gracias a la presión internacional, hasta el momento se logró que se aplace la ejecución hasta enero del 2004 para que pueda cuidar a su hija durante sus primeros dos años de vida.
Amina Lawal fue defendida incluso por el presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún, en su pasada visita a Nigeria, al igual que siete concursantes del concurso Miss Mundo programado para realizarse en ese país africano.
Un comentario en el diario nigeriano The Day sobre este concurso de belleza, a cargo de la periodista perseguida Isioma Daniel, encendió un conflicto religioso y enfrentamientos que dejaron dos centenas de muertos.
Cabe recordar que el 25 de julio del 2002, la Corte de la Sharia en Nigeria decidió anular la pena de muerte contra Safiya Huseini, otra mujer de 35 años de edad acusada de adulterio.
Mientras que en el 2001, también en Nigeria, Bariya Ibrahim Magazu, de 18 años de edad, recibió 100 latigazos por estar embarazada fuera del matrimonio.
En febrero del 2002, en el africano Sudán, el apoyo internacional también logró que la sentencia de muerte por lapidación de la joven sudanesa Abok Alfa Akok fuera conmutada por una penalización más leve, es decir, meros azotes, informó la organización Mujeres Viviendo Bajo Leyes Musulmanas (WLUML).
En el reino de Fujairha, el más conservador de los Emiratos Árabes Unidos, una migrante de Indonesia que laboraba como empleada doméstica espera desde febrero del 2000 una apelación en uno de los pocos casos de sentencia a lapidación en todos los emiratos.
En ese mismo año, dos mujeres afganas bajo el régimen talibán fueron muertas a pedradas en estadios abiertos y repletos de gente, en un lapso de seis meses.
En Irán se difunden poco los casos de lapidación por adulterio y prostitución. Se ha sabido de cuatro mujeres, una de ellas el 3 de enero de 2001.
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