A pesar de ser claves en el desarrollo nacional, las mujeres se encuentran inmersas en condiciones de pobreza, así lo demuestra un informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que señala un incremento en el desempleo abierto en la población femenina.
El informe de la SHCP ubicó que la tasa de desempleo abierto (tda) en febrero de este año en 3.77 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), y en el caso de las mujeres pasó de 2.99 a 4.48 por ciento de febrero de 2003 al mismo mes de 2004.
En México, según cifras oficiales, 40 millones de personas viven en la pobreza; de ellas, las mujeres son las que están en situación de desventaja y con menores oportunidades respecto de los hombres.
Según datos proporcionados por Díaz Félix Acosta, investigador del Colegio de México (COLMEX), en nuestro país, hay cada vez más «hogares feminizados» lo que se traduce en mayores responsabilidades para las mujeres.
En su trabajo Jefatura de Hogar Femenina y Bienestar Familiar en México, relaciona el surgimiento de la jefatura femenina en México y América Latina con los efectos del desarrollo económico, la modernización, migración, crisis económicas y programas de ajuste en la política económica implementada por los gobiernos.
El bienestar de las familias encabezadas por mujeres, depende en la mayoría de los casos, de la disponibilidad de sistemas de apoyo. Pero, el hecho de que las mujeres deban repartir su tiempo entre el trabajo remunerado y las responsabilidades domésticas las lleva al aislamiento social sin permitirles crear las redes de apoyo que necesitan este tipo de hogares.
Asimismo, otro estudio realizado por Enrique Hernández Laos, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); indica que la pobreza limita y obstaculiza el desarrollo económico con igualdad de oportunidades para toda la población
Hernández Laos, indicó que una tarea fundamental para el desarrollo económico, político y social es detectar, cuantificar y determinar la magnitud de la incidencia junto con la intensidad de la pobreza para saber a quién afecta más así como implementar las acciones encaminadas a resolver
La pobreza que prevalece en el país se manifiesta en mortalidad, bajo nivel de escolaridad, baja participación económica de los hogares, nulo o prácticamente nulo de acceso al crédito, bajo nivel de protección social y de la calidad de la vivienda de la mayoría de la población, donde desafortunadamente está la población femenina.
Por su parte, Mercedes de la Rocha en su investigación Familia urbana y Pobreza en América Latina, dijo a la agencia especializada en diversidad sexual, NotieSe, que la gran mayoría de hogares pobres requiere la combinación de diversas fuentes de ingresos y la participación de más de un miembro en el mercado de trabajo.
Resalta que «la dependencia económica intradoméstica aumenta a medida que la sobrevivencia individual se torna más difícil, con consecuencias como la deserción y el rezago escolar, las dobles jornadas de trabajo de la mujer y la sobrecarga de trabajo de los miembros del hogar».
Finalmente su estudio hace referencia a las políticas públicas, y expresa que éstas deben tener en cuenta el conocimiento de la dinámica familiar y los niveles diferenciados de bienestar.
«Se debe reconocer la importancia de las mujeres en las tareas de reproducción y mantenimiento del hogar, y brindar apoyo a los hogares mas vulnerables como los de los muy jóvenes, los de los ancianos y los encabezados por mujeres».
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