A dos días de que sea celebrado el Día Mundial de Niños Inocentes Víctimas de Agresión, la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) guatemalteca, dio a conocer 568 muertes de niñas y niños durante el 2003, los que junto a los 383 feminicidios reportados el mismo año, se convirtieron en estadísticas alarmantes.
El informe reveló que, entre menores de edad y las y los jóvenes de hasta 21 años, se identificaron un mil 185 asesinatos, cifra tres veces mayor al número de muertes de mujeres que denunció la PDH el año pasado.
Sergio Morales, Procurador de los Derechos Humanos, aseguró a un diario local, que los datos sobre feminicidios desviaron la atención del flagelo en contra de los infantes, que cada año va en ascenso y permanece en la impunidad.
Alejandra Vásquez, coordinadora del Movimiento Social por los Derechos de la Niñez y Juventud, repudió las muertes que se comete contra la infancia e hizo un llamado a las autoridades para castigar a los responsables.
La práctica de los golpes en contra de las y los menores, como medida de corrección, es una problemática grave, ya que se convierte en costumbre y es vista como un trato normal, que afecta el desarrollo y la personalidad del futuro adulto, agregó la defensora.
Los informes presentados por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHAG) hasta el 2002 revelan que las niñas fueron más maltratadas que los niños; sin embargo, un reporte de la PDH, correspondiente al 2003, señala que el 87 por ciento de los crímenes en ese año se cometieron contra varones y el 12 por ciento contra mujeres.
2004/GV/SM