Por mayoría absoluta y tras un intenso debate la Conferencia Episcopal de Estados Unidos aprobó en Dallas, Texas, una norma que prohibe a los sacerdotes acusados de pederastia desempeñarse como clérigos, dar misa o catequizar, pero no los expulsará del sacerdocio.
La votación de 239 a favor y 13 en contra se llevó a cabo al final de dos días de intenso debate de los obispos de Estados Unidos, en medio de un escándalo internacional sobre casos de pedofilia en la iglesia, informó hoy viernes la BBC de Londres.
Los obispos, en un intento por restablecer la confianza en la iglesia católica estadounidense, dieron su respaldo a la «Carta para la protección de los niños y los jóvenes», que ahora deberá ser aprobada por el Vaticano.
Pero algunas víctimas están en desacuerdo con los resultados. Mark Serrano, integrante de una red de personas agredidas sexualmente por sacerdotes católicos declaró al consorcio informativo: «Esto es como decirle a un asesino en la ciudad, ‘te mandaremos al campo. Encontrarán otros niños a quien acosar.»
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