El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Salud, Anand Grover, expresó su preocupación por la población femenina de Guatemala, donde se registra una alta tasa de muerte materna, y el 45 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia en su vida.
Durante la visita que el funcionario realizó a este país, dijo que las cifras sugieren la existencia de desigualdades profundamente arraigadas, así como de odio que afectan los derechos a la salud y a la vida de las mujeres.
Aunque existen valiosas iniciativas de Estado relacionadas con el tema de la violencia sexual, es indispensable capacitar a los trabajadores de salud de manera general sobre la violencia contra las mujeres y particularmente sobre la violencia doméstica, que puedan identificar y trabajar con ese tipo de víctimas, señaló el funcionario internacional.
La violencia contra la mujer no sólo incluye la violencia física, sino también la estructural, traducida en muertes prevenibles durante el embarazo; Guatemala tiene los más altos índices de mortalidad materna en Centroamérica y uno de los cinco más elevados en Latinoamérica, añadió el Relator Especial.
Es necesario, dijo que el gobierno aumente la inversión de la salud primaria, que es la forma más directa de llegar a las mujeres indígenas, principalmente a las que viven en el área rural; ellas sufren las desigualdades de forma desproporcionada.
Esos graves problemas requieren del compromiso y la voluntad política para ser superados, así como de un plan nacional de salud integral para cumplir con las obligaciones internacionales de la administración guatemalteca, concluyó Grover.
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