La muerte de Lucina Cruz Villanueva, de 53 años de edad, por heridas con arma blanca durante una gresca ocurrida en Ocotlán de Morelos, podría quedar en la impunidad si al vencer el plazo constitucional el Ministerio Público determina que el homicidio ocurrió en legítima defensa como argumentan los abogados del inculpado, Gabino Díaz López.
Comuneros de ese municipio, ubicado a 25 kilómetros al sur de esta capital, demandaron que se aplique la ley en contra del ex comisariado ejidal Díaz López, porque se trata de un delito doloso y en flagrancia.
No vamos a parar hasta que sea castigado. La comunidad de Ocotlán está dispuesta a realizar todas las acciones que sean necesarias para que se castigue a los responsables, expresó José López Sierra, portavoz de los familiares de la víctima.
Lucina Cruz Villanueva, habitante de La Tortolita, falleció el pasado viernes 23 de junio a consecuencia de una herida que le propinó presuntamente Gabino Díaz cuando ella y un grupo de campesinos lo increparon.
Ese día, al circular en su camioneta Jeep Cherokee con placas MCP1180, Díaz López, de 41 años, ex comisariado de Bienes Ejidales de Ocotlán de Morelos, acompañado de su esposa Judith Rosario López, de 32, y su chofer, fue agredido a pedradas por vecinos de la colonia La Tortolita.
Los pobladores estaban inconformes porque durante su desempeño como comisario ejidal, Gabino Díaz autorizó el establecimiento del basurero municipal en la comunidad.
Los colonos bajaron al chofer de la camioneta y se lo llevaron detenido a la presidencia municipal. En su reacción, Díaz López descendió de la unidad y, según testigos, lesionó con arma blanca en el pecho a Lucina Cruz, quien fue trasladada al centro de salud de la población pero falleció en el trayecto.
Durante el sepelio, comuneros y familiares de Lucina acusaron una supuesta falta de sensibilidad del alcalde de Ocotlán, Miguel Ángel Pacheco Pérez, por desestimar el crimen.
Responsabilizaron a los hijos del indiciado de cualquier represalia tras su detención, toda vez que ya amenazaron a los pobladores con vengarse por el encarcelamiento de su padre.
El subprocurador de Justicia, Víctor Alonso Altamirano, se comprometió a dar castigo ejemplar que merecen estos asesinos, pero tememos que la autoridad vaya a dejar libre a este señor (Gabino Díaz) porque los abogados quieren argumentar legítima defensa cuando la compañera no estaba armada y ninguno de nosotros los estábamos, insistió el portavoz José López.
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