La crisis del café las dejó al frente de sus familias. Los hombres migraron a otras ciudades dentro o fuera del país y ahora unas tres mil mujeres tendrían que cambiar de cultivo por no cumplir con el requisito de «café de altura», establecido por el gobierno federal.
En el sureño estado de Oaxaca unos 22 mil caficultores, de los cuales tres mil son mujeres, son forzados a cambar el cultivo del aromático por pastizales, ya que la denominación de origen de Café Pluma exige que éste se produzca a una determinada altura sobre el nivel del mar, lo que agudizará aún más la crisis económica, generando más migración y pobreza.
El director del Consejo Estatal del Café, Francisco Ordaz Luna, informó a Cimacnoticias que caficultores del Istmo de Tehuantepec, la Cuenca del Papaloapan, la Cañada, Costa y Sierra Norte, que cultivan la planta por debajo de los 600 metros del nivel del mar, tendrán ante esa disposición que cambar el cultivo.
De esta forma, añadió el entrevistado, se concluyen 300 años de tradición en la producción cafetalera de Oaxaca, luego que durante los últimos siete años fueron azotados por los bajos precios del llamado «oro verde» a nivel internacional o la broca del café, que agudizaron la emigración de campesinos a las ciudades, a otros estados o incluso a la frontera norte.
Ahora el café que se produzca en Oaxaca, dijo, debe ser de altura, lo que afectará a muchos productores, los cuales deberían ya estar recibiendo una indemnización del gobierno Federal para realizar el cambio de cultivo, entre los que se sugiere convertir esas tierras en sitios de pastoreo para ganado.
Bajo este nuevo esquema, agrega Ordaz Luna, las beneficiadas serán las empresas sociales promotoras del café orgánico, además de algunas privadas que han podido industrializar y comercializar el grano verde en el mercado internacional, quienes han vendido en Norteamérica unos 500 mil sacos de café.
Por otra parte, el empresario Eduardo Calvo Cruz, reconoció que a raíz de la crisis cafetalera, cultivo en el participan las mujeres principalmente en la pizca o están al frente después de que los hombres emigraron, ha ocasionado que las y los pequeños productores apenas sobrevivan.
En las fincas, agregó el entrevistado, no tenemos donde emplear a más gente, no hay trabajo, y de no haber una respuesta oportuna, las regiones cafetaleras continuarán convirtiéndose en «focos rojos» y seguirán siendo consideradas como regiones promotoras de grupos subversivos.
Dijo que la plaga de la broca afecta 50 mil hectáreas que reportan pérdidas económicas por seis millones de pesos en cada temporada
Otro caficultor, Enrique López Ruske, explicó que el cafeto se queda en la planta, porque sale muy caro pagar para que se realice la pizca mientras el producto se vende muy barato, ante la imposiciones del mercado.
Cabe señalar que la Secretaría de Agricultura, (Sagarpa) no ha iniciado ningún trámite o apoyo a las familias afectadas por la producción del llamado «café de altura», para el cambio de cultivo o cultivos alternativos como las tierras de pastoreo que requieren de al menos de 12 a 18 meses, siempre y cuando llueva, para que se de el nuevo cultivo.
Lo anterior, pone en duda la sobrevivencia de unos 22 mil caficultores oaxaqueños, de los cuales más de tres mil son mujeres, que resultarán afectados por el sabor amargo que ocasionará la no producción de café en Oaxaca, con lo que se concluyen 300 años de tradición cafetalera en esas regiones.
2003/JCM/SJE/MEL
