El conflicto armado que se vive en Somalia expone a la población femenina a severas y graves violaciones a sus Derechos Humanos (DH).
Mujeres y niñas se ven obligadas a abandonar sus hogares y permanecer en refugios temporales, lo que las expone a ser víctimas de violaciones y agresiones sexuales.
Amnistía Internacional (AI) realizó una visita al país africano para recopilar testimonios de mujeres y niñas que fueron violadas sexualmente en los refugios provisionales para personas desplazadas, así como de somalíes que se sienten expuestas a sufrir violencia sexual.
Al concluir su visita, AI denunció que estas mujeres viven en un contexto de “desgobierno” y que en estos campos no se ofrece ningún tipo de seguridad, por lo que “no es de extrañar que se cometan tan terribles abusos”.
Donatella Rovera, asesora general de AI sobre situaciones de crisis y responsable de dar a conocer los resultados de la visita, señaló que la “falta de capacidad y voluntad de las autoridades somalíes” para esclarecer los crímenes “contribuye a propagar un clima de impunidad en el que los agresores saben que no tienen que pagar por sus delitos”.
Cabe mencionar que de acuerdo con estimaciones realizadas por Naciones Unidas, tan sólo en 2012 se registraron mil 700 casos de violación en asentamientos para personas desplazadas; casi un tercio de las sobrevivientes eran menores de 18 años y al menos el 70 por ciento fueron cometidos por hombres armados o vestidos con uniformes de gobierno.
De acuerdo con AI, el país enfrenta una falta de investigación, registro, procesamiento y sentencias de los hechos, pues la mayoría de las víctimas no acude a denunciar por temor a ser estigmatizadas, pues el descrédito que se les da a las víctimas es común en el país africano, lo que incluso ha derivado en que muchas mujeres sean nuevamente agredidas.
A lo anterior se suman las prácticas de la policía, pues generalmente somete a las víctimas a preguntas indiscretas sin ninguna sensibilidad y no existe el número requerido de mujeres policías para atender estos casos.
Ante este panorama, AI urgió a tomar medidas concretas para garantizar la justicia a las víctimas, y así “transmitir de manera enérgica e inequívoca el mensaje de que la violencia sexual no puede tolerarse ni se va a tolerar”.
Finalmente advirtió que dos decenios de conflicto y sequía periódica han obligado a millones de somalíes a abandonar sus hogares y acudir a caóticos campos para personas desplazadas.
En ese contexto “las mujeres y las niñas, obligadas ya a huir de sus hogares debido al conflicto armado y la sequía, se enfrentan ahora al trauma adicional de vivir bajo amenaza de agresión sexual”.
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Amenaza latente de violación contra mujeres somalíes
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