La periodista Nadia Altamirano Díaz, del diario El Imparcial, denunció haber recibido amenazas e intimidación por parte de Cristina Delgado y José Alfredo Juárez, enviados del director de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), Armando González Bernabé, como resultado de su trabajo de denuncia sobre las condiciones de la obra de ampliación de la carretera del Cerro del Fortín y que pone en riesgo la vida de unas 300 familias.
Responsabilizó «de cualquier daño a su persona o a su familia» tanto al titular del CAO, como a Delgado y a Juárez, y anunció que hoy presentará una denuncia ante la Fiscalía Especializada para Atender los delitos en contra de Periodistas, de la Procuraduría General de la República (PGR).
En una carta abierta, la reportera relató que José Alfredo Juárez y Cristina Delgado Díaz, quienes se identificaron como trabajador del gobierno del estado y como «asesora de un asesor del gobernador Ulises Ruiz Ortiz», respectivamente, la citaron hace una semana en un restaurante de esta capital para advertirle que sus «periodicazos» sobre un posible derrumbe en el Cerro del Fortín «han incomodado» a González Bernabé.
Desde entonces, dice a Cimacnoticias la periodista, su vida cambió, ya que ha sido alterada su tranquilidad y la paz de su familia, pues los supuestos trabajadores del gobierno estatal le advirtieron que más le valía guardar silencio, «porque te están investigando para ver qué te encuentran y, dependiendo de lo que publiques en El Imparcial, te pueden involucrar en un hecho delictivo o incluso con el movimiento».
Supongo, dice la reportera, que se refieren al movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), con el que no tengo ningún tipo de nexo, excepto el que pudiera haber entre un informador y sus entrevistados.
Indignada y molesta por los hechos, y con la solidaridad de un importante número de trabajadores de los medios de comunicación, Altamirano Díaz afirmó que, con la seguridad de tener una vida transparente y apegada a la legalidad, «considero que la amenaza busca coartar mi derecho de libre expresión, por tener la osadía de dar a conocer la inconformidad de quienes viven con el temor de que un derrumbe o un desgajamiento del Cerro del Fortín, que ponga en riesgo su patrimonio o incluso su vida».
Altamirano Díaz, quien hace poco más de un año dejó de prestar sus servicios dentro del área de Comunicación Social del gobierno del estado para ingresar al diario El Imparcial, apuntó que su interés es profesional, tal y como lo ha demostrado desde que el director editorial, Luis David Quintana Suru, le encargó dar seguimiento a las denuncias y posibles irregularidades que se presentaban en la obra.
Altamirano Díaz señaló que la supuesta asesora del gobierno estatal le advirtió que sus teléfonos particular y celular estaban intervenidos, lo que «representa una violación a mi privacidad».
La misma Cristina Delgado Díaz le ofreció a actuar como «mediadora» con el titular de CAO y propuso conseguir una entrevista con el funcionario estatal, «los dos solitos, sin testigos», para que aclaráramos los «malos entendidos», señaló la reportera, quien apuntó que no se trata de aclarar malos entendidos sino de un atropello a su vida privada y a su trabajo profesional.
07/SJ/GG
