La ansiedad, las fobias y la depresión son los principales trastornos que padecen las mexicanas y que podrían derivar en su muerte, reveló la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México, realizada por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente (INPRF).
De acuerdo con esta encuesta nacional, que incluyó las tres ciudades metropolitanas más grandes del país (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey), uno de cada cinco individuos padece al menos un trastorno mental en algún momento de su vida, siendo la ansiedad el de mayor prevalencia.
En tanto que la depresión, ansiedad y fobias, parecen estar siendo más desarrolladas por la población femenina, de acuerdo con el documento.
Según el estudio del INPRF, existe una tendencia creciente en el uso de servicios de salud que está relacionada con el número de trastornos. Sin embargo, sólo dos de cada 30 personas con tres o más padecimientos psicológicos recibieron atención especializada.
Las mujeres y hombres sin trastornos reportaron una prevalencia de 2.9 por ciento en el uso de cualquier servicio médico, contra 11.7 por ciento de las que presentaron uno, 19.4 por ciento para las que padecieron dos, y 11.2 por ciento para las que enfrentaron dos o más.
En México, según el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, «los padecimientos neuropsiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad al considerar indicadores de muerte prematura y días vividos con discapacidad».
En tanto que cuatro de las 10 enfermedades más discapacitantes son neuropsiquiátricas, entre las que se ubican la esquizofrenia, la depresión, la obsesión compulsión y el alcoholismo.
El panorama es que el número de enfermos se incremente debido a problemas como pobreza, violencia, aumento en el consumo de drogas y envejecimiento en la población.
Algunos motivos por los que las personas no solicitan atención médica son: por miedo al estigma, desconocimiento de los beneficios de la atención psiquiátrica y psicosocial y falta de información sobre el tipo de ayuda que ofrecen los servicios, reveló el estudio.
Mientras que la población cree que los problemas laborales o familiares, de enfermedades o muertes y económicos, representan importantes fuentes de estrés, los servicios ofrecen atención basada en diagnósticos psiquiátricos. La falta de coincidencia entre las necesidades de la población y la oferta de atención dificultan la identificación de los trastornos y, por lo tanto, el comienzo del tratamiento.
Otros estudios han revelado que las personas con trastornos emocionales primero piden ayuda a integrantes de sus redes sociales, 54 por ciento a familiares o amigos, 10 por ciento a sacerdotes y 15 por ciento se automedican y sólo acuden a medicina general y a servicios especializados como segunda opción.
En la Ciudad de México se detectó que sólo 20 por ciento de las personas con un trastorno de depresión crónica buscaron algún tipo de atención especializada.
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