Un grupo de representantes culturales de Chihuahua inició una cadena de apoyo por internet, para que las autoridades de justicia liberen a la interna Gabriela Rascón Licano, quien se encuentra en prisión desde hace cuatro años con nueve meses por delitos contra la salud.
Rascón Licano es ganadora del Premio Nacional de Teatro, y autora del libro «Desierto rojo», el cual escribió y presentó el año pasado en el centro penitenciario; asimismo, ha creado talleres de teatro con las internas de los dos penales de esta capital y han llevado a escena diversas obras de teatro en festivales internacionales de Chihuahua.
Dicha trayectoria penitenciaria la ha llevado a ser reconocida por destacados chihuahuenses, entre los que se encuentran Jorge Carrera Robles, director del Instituto de Cultura de Gobierno del Estado; el escritor y promotor cultural Enrique Servín Herrera; Ramón Jerónimo Olvera, escritor y asesor de la Presidencia Municipal de Chihuahua; Reneé Acosta, escritora y ex candidata del Partido Alternativa Socialdemócrata, y Luis Iván Carlos, jefe de de eventos del Instituto Chihuahuense de Cultura (Ichicult).
A ellas y ellos se suman la promotora de Misiones Coloniales en el ITESM, campus Chihuahua, Mónica Iturbide; la ex diputada federal por Acción Nacional Blanca Gámez Gutiérrez, así como las escritoras Minerva Margarita Villarreal, Margarita Muñoz, Estela Fernández Hermosillo, Beatriz Gómez Caballero, entre otros.
En un correo electrónico titulado «Gabriela Rascón, en uno de los muchos cautiverios de las mujeres» se hace énfasis en la situación de la joven, quien como muchas mujeres fue engañada por un hombre para cometer delitos contra la salud.
Actualmente, Gabriela trabaja en un poemario y encabeza un programa con estudiantes de la Normal del estado para dar a conocer las consecuencias de cometer delitos contra la salud y de consumir drogas en los ámbitos académicos.
Ella vive esas consecuencias en carne propia. Sin embargo, ha visto en la crisis que genera la prisión una oportunidad para desarrollar su talento literario y artístico. Así, ha creado grupos de teatro en el penal con internas de la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) local y del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Aquiles Serdán.
El lunes pasado se presentó el grupo de teatro del Cereso en el Festival Internacional del Gobierno del Estado y, en breve, dos internas llevarán a escena la obra «Celos fundados», de Tomás Urtusástegui, escritor que le obsequió la obra personalmente a Gabriela para que la estrenara con sus alumnas.
Para Gabriela, la experiencia en el penal ha sido enriquecedora, porque le ha permitido impulsada la cultura en los ámbitos teatral y literario dentro el penal.
Ella cuenta con dos grupos de teatro de internas: uno en la UBR, con 15 alumnas, y el otro en el Cereso de Aquiles Serdán, con el mismo número de estudiantes. «El teatro es terapia ocupacional, es catarsis, conexión con el yo interno, deja drenar y canalizar las emociones; por eso es más fácil recuperarse», afirma
Su más grande aprendizaje durante el encierro desarrollar la paciencia; aún cuando le quedan cinco años de diez de sentencia, tiene confianza en que la preliberarán pronto, a más tardar en enero, porque ese mes cumple seis años en prisión.
Ha sido su labor como interna la que le ha permitido dar a conocer su obra entre escritoras, escritores, promotoras y promotores culturales, quienes se han unido para solicitar su preliberación.
«Estamos solicitando su firma a favor de la dramaturga chihuahuense Gabriela Rascón, una mujer creativa, inteligente, sensible, que lleva en la sangre el talento por el teatro por su parentesco con el egregio dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda», indica el correo electrónico que circuló entre los chihuahuenses e incluso traspasó los límites estatales.
Las y los firmantes consideran a Gabriela Rascón una mujer intachable cuyo único crimen fue no tener malicia y haber sido utilizada por un hombre de pocos escrúpulos que la arrastró a circunstancias que ninguna mujer tiene por qué sufrir: la privación de la libertad.
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