La Ley de Sociedades Convivencia, que podría ser aprobada la próxima semana, creará un marco jurídico para garantizar los derechos de lesbianas y gays, aseguró hoy la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Enoé Uranga.
Entrevistada en el recinto legislativo de Donceles, la integrante del Partido Democracia Social recordó que dicha ley no legaliza las uniones de gays y lesbianas, sino «garantizar los derechos por la vía de la legitimación, de aquellas uniones que surgen de las relaciones afectivas».
Una unión, explicó, es un acto jurídico entre dos personas del mismo o de distinto sexo que hayan decidido vivir en un hogar común y que aspiren a proteger su patrimonio –alimentos, casa, gastos, médicos–, sucesión y tutela legítimas.
Su aprobación, aseguró, fortalecerá la lucha contra estigmas, la ignorancia, desinformación, que la derecha y los oscurantistas han estado usando como principal arma para atacar a la Ley de Sociedades de Convivencia.
Uranga dio a conocer que la razón por la que no se discutió hoy, en el pleno de la Asamblea es que no se cumplieron las 48 horas entre su aprobación en comisiones y esta asamblea para poder ser discutida.
«Estamos calculando que sea entre lunes y miércoles la aprobación en pleno de esta iniciativa», aseguró la asambleísta.
HACIENDO HONOR A SU NOMBRE
Afuera, en las escalinatas de acceso al recinto de Donceles, Super Animal, haciendo honor a su nombre, aseveró: «a los diputados homosexuales que están promoviendo esta ley, vengo para sacarlos de los pelos».
El personaje, conocido por su «lucha» contra las corridas de toros, vociferó: «¡No sé cuántos sean!, pero a todos me los echo, sean lesbianas o gays. Es un asco que esta Cámara tan hermosa sea ocupada por gentuza así».
Dijo que ahora se podrán casar y adoptar niños, «eso es terrible».
Luego, en un lenguaje florido, señaló que realmente no tiene nada en contra de los homosexuales, pero si está en contra de que se legisle a favor de ellos. «Mientras los homosexuales no se metan conmigo. No me meto con ellos».
2003/RGL/MEL
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