Aunque los hombres en Quiché, Guatemala están conscientes de que golpear a una mujer es un acto que atenta contra la vigencia de los derechos humanos, una encuesta reveló que ellos aún consideran que el hogar es un ámbito donde es permitido «corregir la conducta» de sus parejas.
Una investigación elaborada por expertos de distintas organizaciones sociales con base en 262 entrevistas en distintos municipios de Quiché, reveló que la mayoría de los hombres saben que la violencia contra las mujeres es una violación a las garantías fundamentales y retrasa el avance económico de las comunidades.
No obstante, ellos perciben que el hogar es el único lugar donde aún es permitido agredir física, verbal y psicológicamente a sus parejas, formas de corrección de conducta que consideran normales debido a la privacidad de ese ámbito, enfatiza la publicación apoyada por el organismo internacional OXFAM.
La principal preocupación para las entidades participantes es el elevado índice de subregistro de denuncias que existe en el departamento, el cual podría deberse a que las mujeres son amenazadas, coaccionadas o manipuladas para no iniciar un proceso ante las respectivas autoridades.
Se trata de un círculo de violencia difícil de romper a nivel departamental, por lo que es indispensable investigarlo y atenderlo, para erradicarlo, concluye el documento elaborado con la participación de Sinergia No’j, la Coordinadora de Mujeres Mayas, Garífunas y Xincas y el Comité Ejecutivo de Justicia de Quiché.
Como parte del trabajo de prevención, las instituciones copartícipes realizan foros, charlas, mesas de diálogo, talleres de formación para las mujeres, monitoreos sobre la violencia e informes que socializan con la ciudadanía de Quiché y las autoridades locales.
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