Inicio Arroja estudio, 17% de trabajadoras no tienen seguridad social

Arroja estudio, 17% de trabajadoras no tienen seguridad social

Por la Redacción

Más de medio millón de mujeres ocupadas están en situación irregular en España, lo que representa que un 17 por ciento de las trabajadoras no están afiliadas al Sistema de la Seguridad Social en alta laboral.

Así lo dio a conocer la titular del Instituto de la Mujer, Rosa María Peris, quien presentó los resultados del estudio «La presencia de las mujeres en el empleo irregular», que se realizó en el marco de las actividades del Observatorio para la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres.

El estudio prestó especial atención a las empleadas del hogar, señaló la funcionaria, quien explicó que su elaboración tenía un doble objetivo. Por un lado conocer el número de mujeres que trabajan en condiciones de irregularidad en España y, por otra, comparar las características socioeconómicas de las trabajadoras en situación irregular y regular.

De acuerdo con el portal La Ciudad de las Mujeres en la Red, los resultados globales apuntan que en el año 2002, 522 mil 700 mujeres estaban en situación de irregularidad laboral, es decir, el 17 por ciento de las mujeres ocupadas no estaban afiliadas al Sistema de la Seguridad Social en alta laboral.

Por sectores, el servicio doméstico, con un 30 por ciento del empleo irregular total, es la actividad donde se concentra mayor irregularidad laboral femenina.

Le siguen actividades como los servicios a empresas con un 16 por ciento; hostelería y pequeño comercio con un 14 por ciento y un 13 por ciento, respectivamente, y la educación con un nueve por ciento del total.

Respecto a la nacionalidad, destaca la mayor presencia de trabajadoras extranjeras entre las empleadas del hogar, un 19 por ciento, mientras que sólo un tres por ciento de las regularizadas son extranjeras. En el conjunto de trabajadoras irregulares, las extranjeras suponen 11 puntos porcentuales.

Con relación a la edad, las trabajadoras en situación irregular, y en concreto las empleadas de hogar, empiezan a trabajar a edades más jóvenes que sus homólogas en situación regular. Entre el 20 y el 30 por ciento tienen menos de 25 años, frente a un ocho por ciento de las trabajadoras regularizadas.


Otro de los resultados del estudio «La presencia de las mujeres en el empleo irregular» es que las mayores diferencias no se notan tanto entre las trabajadoras que están regularizadas y las que no, como entre las empleadas de hogar y el resto de trabajadoras.

Sólo el siete por ciento de las empleadas de hogar tienen estudios superiores, frente a un 30 por ciento de las trabajadoras regularizadas. Además, mientras que los estudios secundarios concentran a más del 50 por ciento de las trabajadoras en situación irregular, es el escalafón inferior de estudios (estudios primarios o sin estudios) el que concentra hasta el 46 por ciento de las empleadas de hogar.

En cuanto a la situación familiar, cerca del 60 por ciento de las empleadas de hogar y de las trabajadoras en situación regular están casadas o tienen pareja y el 49 por ciento de las empleadas de forma irregular están solteras, mientras que el 57 por ciento de ellas no tienen hijos o hijas.

Las trabajadoras en situación irregular y las empleadas de hogar, de forma más acentuada, perciben una retribución media inferior que sus homólogas regularizadas. Más del 50 por ciento de las trabajadoras irregulares, cobran menos de 300 euros al mes, frente a sólo el tres por ciento de las regularizadas, a lo que se añade que si bien sólo un dos por ciento percibe salarios por encima de los 900 euros mensuales, la tercera parte de las trabajadoras en situación regular superan dicha remuneración.

Estas diferencias de salario son consecuencia, entre otras cosas, de la menor jornada laboral que, por término medio, tienen las trabajadoras en situación irregular. Mientras que más del 60 por ciento de las trabajadoras irregulares trabaja menos de 20 horas semanales, la gran mayoría de las regularizadas tienen jornadas laborales de más de 30 horas a la semana.

En términos generales, las trabajadoras en situación irregular tienen menos experiencia laboral que las regularizadas. Cerca de un 30 por ciento tiene menos de tres años de experiencia y sólo un 11 por ciento tiene más allá de 20 años de trayectoria laboral.

Para la mayoría de las trabajadoras irregulares, el trabajo se entiende como un complemento a la renta familiar o como un medio para conseguir independencia económica. Esta diferente percepción del trabajo irregular apunta a que el conjunto de mujeres que trabajan en situación irregular no es homogéneo.

En el estudio, se han llegado a identificar cinco perfiles de trabajadoras en situación irregular: las mujeres de mayor edad, las mujeres con personas dependientes a su cargo, las mujeres de nacionalidad extranjera, que se corresponden con perfiles tradicionales y, dos más, las mujeres jóvenes en el hogar y las mujeres jóvenes independientes, más novedosas y que revelan nuevas facetas de la irregularidad laboral femenina.

2005/SJ

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