En Octubre del 2002, cuando ocurrió el secuestro en el teatro Dubrovka de Moscú, los autores chechenos pidieron que ella mediara con las autoridades rusas.
Tras la intervención armada de las fuerzas de seguridad rusas, el episodio del teatro de Dubrovka finalizó con la muerte de los 41 secuestradores y 129 rehenes.
CRÍTICA DEL REGIMEN RUSO
Polikóvskaya siempre pensó que la guerra en Chechenia seguiría porque hay demasiados intereses en juego. «Lo cierto es que el conflicto no acaba porque hay gente interesada en que siga habiendo muertos».
Entre los beneficiados con el conflicto, Politkóvskaya señaló al presidente Vladimir Putin, un alto responsable del viejo KGB, que años atrás era desconocido sin popularidad, quien tras unos atentados en Moscú relacionados oficialmente con los chechenos aumentó su fama y logró llegar a la presidencia.
En su último libro, la periodista criticó la nueva forma de hacer periodismo en Rusia: «Hablo de un periodismo ideológico, sin acceso a la información, sin encuentros ni conversaciones con las ?fuentes?, sin verificación de los hechos».
«Este tipo de trabajo, que yo creía muerto con el comunismo, es hoy la norma entre nosotros y recibe el aplauso de las autoridades», decía.
Anna Politkóvskaya, premio Vázquez Montalbán de Periodismo Internacional en 2004, participó en el Diálogo «El Valor de la Palabra» del Fórum de Barcelona.
Es autora de los libros Terror en Chechenia, Una guerra sucia, La deshonra rusa y La Rusia de Putin. Trabajaba en la actualidad una serie de reportajes sobre las torturas que el ejército ruso habría estado llevando a cabo en Chechenia.
06/LR/CV