Los programas que atienden las necesidades de las mujeres en Guatemala no alcanzan siquiera el 0.5 por ciento del total de las asignaciones anuales, pues no constituyen una prioridad presupuestaria para el estado, señala el informe Guatemala: El financiamiento del Desarrollo Humano 2001.
En el año 2000, las instituciones del estado impulsaron una mayor cantidad de proyectos para niñas y mujeres, pero en estos programas las definen exclusivamente en su papel de madres de familia y se limitó su espacio de atención a la esfera familiar y doméstica, indica el documento elaborado por el Programa de Naciones Unidas (Pnud), reporta la agencia Cerigua.
Según el estudio, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), tiene dentro de su asignación un rubro que prevé la atención integral a la salud de la mujer, pero ese concepto lo centra en su función materna, limitando con ello las posibilidades reales de atención a sus demás necesidades de salud a lo largo de su ciclo de vida.
Algo similar ocurre con las acciones de seguimiento y divulgación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer indígena, pues la Defensoría de la Mujer indígena apenas recibe un fondo del 0.09% del total del rubro de secretarías y otras dependencias del Ejecutivo, por lo que es muy difícil que pueda cumplir con su misión.
Por último, menciona que el análisis de género ha desarrollado herramientas y procedimientos ya probados en otros países para el estudio de los presupuestos públicos, pero su implementación requiere de voluntad política por parte de las autoridades del estado a favor de la transparencia y de la participación de la mujer en estos procesos.
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