El 90 por ciento de los partos en comunidades indígenas en Chiapas son atendidos por parteras o mujeres solas, lo que origina altas tasas de mortalidad materna e infantil en el estado, por lo que la secretaria técnica del Comité por una Maternidad Voluntaria y Sin Riesgos de esa entidad, Laura Miranda pidió aumentar los recursos para la atención de la salud materna.
La mortalidad materna en el estado de Chiapas se ubica en seis decesos por cada 10 mil nacimientos registrados, lo que ubica a esa entidad entre las de más alta tasa de muerte materna, sólo superada por Tlaxcala (8.6) y Oaxaca (7.5) y por encima del registrado en el conjunto nacional, (4.7 decesos por cada 10 mil nacimientos).
Entrevistada vía telefónica, Miranda señaló que los recursos que se destinan para la atención de la salud materna son insuficientes y las mujeres siguen llegando a los hospitales en graves condiciones, debido a la mala atención durante el embarazo.
Cada año en Chiapas se registran alrededor de 100 mil partos, sin embargo, no hay recursos para la atención de la mujeres embarazadas quienes en un alto porcentaje no reciben ni siquiera una consulta prenatal.
Miranda consideró que el programa Arranque Parejo en la Vida carece de fondos suficientes para cubrir las necesidades de casi 800 mil mujeres en edad reproductiva en el estado.
Chiapas tiene una población de cuatro millones de habitantes y una cuarta parte del total de la población es indígena, existiendo nueve grupos étnicos.
La representante del comité, especializado en la prevención de la mortalidad materna, señaló que las principales causas de ese flagelo en la entidad son hemorragias, infecciones, preeclampsia (problemas de hipertensión arterial) y aborto.
Informó que básicamente las mujeres gestantes chiapanecas se quejan de falta de atención adecuada en los servicios de salud, de maltrato, deben realizar largos viajes para ser atendidas y en general, desconfían de los servicios que se les brindan.
Tras observar que la muerte reciente de más de una treintena de bebés en Comitán son el detonador de un problema añejo, Miranda, lamentó la falta de recursos así como de equipos en las clínicas donde son atendidas las mujeres embarazadas.
BARRERAS CULTURALES
La también integrante de la organización internacional Marie Stopes México, especializada en salud reproductiva, dijo que aunado a la situación de los servicios médicos en la entidad, los programas de planificación familiar enfrentan obstáculos como son las barreras culturales.
Ello origina que sean los hombres quienes se oponen en primer término a la utilización de los métodos anticonceptivos y quienes impiden a las mujeres tener acceso a ellos, de ahí que en las comunidades las mujeres continúen teniendo como mímino cuatro hijos.
Negó que en la entidad la esterilización forzada sea una práctica generalizada, sin embargo hizo ver que los métodos definitivos para las mujeres –no para los hombres- como la salpingoclasia es el que está al alcance de la población femenina en la entidad ya que no tienen acceso a pastillas, inyecciones ni condones.
Informó que la organización Marie Stopes, con sede en Londres y presencia en 35 países, cuenta en Chiapas con dos clínicas, en San Cristóbal de las Casas y Comitán, donde cada año atienden a cerca de seis mil mujeres en edad reproductiva ofreciendo además atención al aborto incompleto.
SM/MEL
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