Inicio Atorado en JFCA el caso de Silvia, despachadora de gasolinera

Atorado en JFCA el caso de Silvia, despachadora de gasolinera

Por Hypatia Velasco Ramírez

El caso de Silvia Márquez, empleada de una gasolinera que perdió la pierna derecha tras ser atropellada mientras se encontraba en su lugar de trabajo, en mayo del 2006, se encuentra atorado en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), luego de más de un año de haber hecho la demanda.

Al respecto, Silvia señala a Cimacnoticias que tras la lentitud del proceso en la JLCA, en donde hace unos meses «extraviaron» su expediente, el cual ya fue recuperado, se siente desesperada: «ya no sé qué voy a hacer. Tengo muchos problemas que se han generado porque no tengo con qué solventar los gastos que se generan en la casa. Ya pasó mucho tiempo».

Silvia sostiene que, a más de un año de su accidente, «ya sale sobrando» en las prioridades de los involucrados en este caso y hasta ahora, tras encontrarse impedida para trabajar, ha sido su madre quien la ha apoyado económicamente a solventar sus gastos y los de su hijo de 9 años.

Sin embargo, hoy la familia se Silvia enfrenta graves problemas económicos, por lo cual su madre vende comida. Y debido a las presiones económicas ya ha manifestado cansancio «y a veces me dice que ya no puede. Hay días en que nadie consume lo que vende, entonces siente que se le viene el mundo encima».

Asimismo, su hijo ha sufrido las consecuencias del accidente de Silvia. «Yo no quería que fuera a la escuela este año porque yo no tengo (dinero) para pagar los gastos».

EL ACCIDENTE

En 2006, mientras Silvia laboraba en la gasolinera Servicio del Valle de México, ubicada en el kilómetro 17.5 de la autopista México-Puebla, propiedad de Martín Gómez Robledo, fue atropellada por un camión de la empresa Santa María Astahuacan SA de CV.

El accidente le provocó la pérdida de tres cuartas partes de su pierna derecha. Sin embargo, el propietario de la gasolinera nunca se responsabilizó como su patrón por el accidente, por lo que demandó a la empresa gasolinera y a Petróleos Mexicanos (Pemex), a través de su representante legal, Eduardo Díaz Reguera.

Para Silvia, este proceso ha sido largo y desgastante. Se ha enfrentado a una serie de obstáculos: Qualitas, la aseguradora de la empresa Santa María Astahuacan le ha negado el servicio médico y no quiere darle a la trabajadora la prótesis que necesita, la cual tiene un valor de 500 mil pesos.

Por el contrario, sólo pretende otorgarle una prótesis de 70 mil pesos, de acuerdo con lo que dijo a Silvia la ortopedista de la aseguradora, Graciela Rodríguez, quien se ha portado en ocasiones prepotente, señala.

Cuenta que ella y un representante de su abogado Díaz Reguera se reunieron con Rodríguez para dialogar sobre la prótesis. Sin embargo, la ortopedista en todo momento mantuvo su postura y enfatizó que la aseguradora no pagará una prótesis de más de 70 mil pesos.

Asimismo, Silvia ha manifestado dolores en su pierna. Al respecto, la ortopedista, quien dio la orden de suspender el servicio médico a la trabajadora, ha manifestado que sus dolores son normales.

Y ante el anuncio del representante legal de Silvia de que podía proceder una demanda contra Qualitas por anular dicho servicio médico, Rodríguez accedió a programarle una nueva consulta, «pero me negaron el transporte, me dijeron que me las arreglara sola para ir porque ellos nada más me pagaban la consulta».

Además, agregaron que «si era necesaria otra cita, ellos ya no lo iban a pagar». Por ello Silvia no pudo contar con esa consulta.

Los dolores en su pierna han aumentado, pero tras la cancelación de su servicio médico y los problemas económicos que enfrenta no ha tenido posibilidades de comprar su medicamento (analgésico), el cual tiene un costo de alrededor de 300 pesos y que le generaría un gasto quincenal más.

El último frasco de medicamento para el dolor le fue proporcionado a Silvia en 2006 antes de que Qualitas le negara el servicio médico. «Aguántese» es lo único que responde Rodríguez ante los dolores de Silvia.

Para salir de los múltiples problemas económicos que enfrenta, la trabajadora ha intentado buscar empleo. «Mi mamá ha preguntado en las fábricas que están cerca de mi casa si me podrían dar trabajo. Sí puedo, aunque esté en una silla», dice.

Pero hasta ahora sólo ha recibido negativas debido a la discapacidad que le generó el accidente.

Y hasta ahora, el panorama para Silvia con relación a su caso resulta desfavorable: la Junta perdió el expediente y aunque ya fue encontrado todavía no hay una fecha establecida para una nueva audiencia con el fin de continuar el curso de la demanda y que Silvia reciba la prótesis que necesita.
07/HV/GG/CV

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00
Ir al contenido