La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) presentó el informe Muertes Violentas de Mujeres 2004, que revela un elevado aumento de casos en comparación con años anteriores, precedido de más dolor, sufrimiento y violaciones sexuales, así como un leve esfuerzo por parte del gobierno por contrarrestar los efectos del feminicidio, pero que no han sido funcionales, se conoció aquí.
Sergio Morales, Defensor del Pueblo, cuestionó la incapacidad de las instituciones del Estado responsables de garantizar el derecho a la seguridad y a la vida, especialmente del sector femenino, quienes se ven afectadas en su desarrollo y en su incidencia, tanto desde el ámbito familiar como del profesional y económico.
El informe da a conocer la muerte violenta de 497 mujeres, que constituye el 11.03 por ciento del total de asesinatos a nivel nacional; el femicidio aumentó en un 56.8 por ciento, situación que Morales consideró alarmante, en comparación con el aumento de homicidios, el cual es de 36 por ciento, que colocan a Guatemala en quinto lugar a nivel mundial, como una de las naciones con mayor tasa de muertes según el numero de habitantes.
El documento, elaborado con base en los casos registrados en la Policía Nacional Civil (PNC), afirma que las más afectadas fueron las mujeres de entre 16 y 30 años, lapso en el que se empiezan a desempeñar en los ámbitos laboral y profesional, así como a incidir en las decisiones familiares.
El 67 por ciento de los asesinatos fueron hechos con arma de fuego y el 33 por otras causas, como el estrangulamiento, la tortura y la violación sexual, características que la Procuraduría consideró como una constancia de superioridad física, que el victimario quiso dejar visibilizada en el cuerpo de la víctima, añade el estudio.
De acuerdo con la investigación, el Departamento de Guatemala concentra el 46.8 por ciento de los asesinatos contra las mujeres, mientras que Escuintla, Jutiapa, Izabal, Chiquimula y Petén fueron catalogados como localidades en donde la violencia ha afectado de forma considerable a las residentes; Baja Verapaz, El Progreso y Sololá fueron los departamentos menos violentos para las mujeres.
El informe asevera que entre la noche del sábado y la madrugada de domingo se llevaron a cabo el 16.5 por ciento de los asesinatos, situación que hipotéticamente atribuyó a la actividad nocturna, al consumo de alcohol y de estupefacientes, que prolifera en los días señalados; en menor proporción ocurren los martes.
La PDH destacó que el gobierno debe fortalecer su capacidad investigativa y de juzgamiento de los órganos responsables de erradicar el feminicidio, de lo contrario resultará imposible determinar las causas de los hechos y presentar casos sólidos ante los tribunales para sentenciar a los culpables; además se debe crear una política pública de seguridad para las guatemaltecas, así como un plan de fortalecimiento institucional para cumplir con la obligación del Estado, concluye el estudio.
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