En el primer trimestre del año ocurrieron en Guatemala 44 muertes maternas, y Huehuetenango, con 28 decesos ocurridos entre enero y abril, se perfila como el sitio que superará a Alta Verapaz, que siempre ha ostentado el mayor número de fallecimientos, según un estudio del Ministerio de Salud.
Ana Velásquez Domingo acababa de cumplir 15 años, cuando a sus 7 meses de embarazo, el producto murió, y dos días después, ella falleció, a consecuencia de una infección derivada de una mala atención del parto, ésta es la primera de dos muertes en lo que va del año en la aldea Pacomal, San Mateo Ixtatán.
«No, no», dice Isabela, madre de Ana, cuando se le pregunta qué oportunidad tuvo su hija de ser trasladada a un servicio de salud. Ayudada por un traductor del idioma chuj, dice: «No hay carro, no hay como salir. La Ana está tirada ahí. La vemos, ella lleva siete meses pero el bebé no quiere salir, se muere adentro».
Días antes, el equipo integrado por un doctor, dos enfermeras auxiliares y dos educadoras de la prestadora de salud llegaron, como cada mes, a Pacomal, a tres horas de distancia de la cabecera de San Mateo.
Ana se resistió a ir. La idea de ir sola y que un hombre la examinara la paralizó, resume Isabela.
Los obstáculos para salvar la vida de Ana son que en la inaccesible aldea, sólo funcionan 2 puestos de salud de los 4 que hay para atender a más de 38 mil habitantes.
Que el Centro de Atención Permanente, que en teoría atiende las 24 horas, pero que en San Mateo lleva 2 meses suspendido, la pobreza, la escasez de medicamentos y las 4 horas de viaje hasta el hospital regional de Huehuetenango, fueron determinantes.
«CUESTIÓN CULTURAL»
«Es también un problema de cuestión cultural, prefieren morir en su casa», dice David Cux, de Adives, la prestadora de servicio que atiende San Mateo. Un estudio presentado por el área de salud de Huehuetenango el 7 de mayo pasado, revela que 8 de cada 10 mujeres fallecidas fueron atendidas por una partera y sólo 2 en la misma proporción por un proveedor de salud. Este año se esperan 37 mil 921 embarazos de una población en edad fértil de 358 mil 139 mujeres.
Cux y Miguel Solís, inspector de saneamiento del Ministerio de Salud, coinciden en que la gente de al menos 10 comunidades de Santa Cruz Barillas y San Mateo prefiere viajar al hospital de Comitán, Chiapas en busca de ayuda que viajar a Huehuetenango, porque significa una hora menos de trayecto y mejor calidad en los servicios, aducen.
En Huehuetenango, el 54 por ciento de las mujeres que fallecieron tenían entre 20 y 24 años de edad. La mayoría de las madres carecen de atención prenatal, según el estudio, presentado por Lilian Flores.
Miguel Solís reconoce que no hay recursos suficientes para los programas de salud. «Sí, hay precariedad de eso no hay duda» y sostuvo que lo que el Ministerio le da cada mes para la gasolina de su moto, se consumiría en un solo viaje a Huehuetenango, que es de 8 horas de ida y vuelta.
Incluso en algunas ocasiones, dijo Solís, que cuando visita la comunidad de San Miguel, en San Mateo, debe ingresar por el lado mexicano, en Comitán, Chiapas.
* Periodista guatemalteca de El periódico e integrante de la Red internacional de periodistas con visión de género.
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