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Aumentan embarazos tempranos y muertes de adolescentes

Por Lourdes Godínez Leal
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En México, desde hace 16 años el embarazo en adolescentes ha ido en incremento, y derivado de ello aumentó la muerte materna (MM) en esta población menor de 20 años de edad, pues mientras en 2010 murieron 137 adolescentes por esta causa, en 2014 subió la cifra mortal a 142.
 
Según el informe “Embarazo y maternidad en la adolescencia; estado de las madres en México”, de la organización internacional Save the Children, presentado ayer en Casa Lamm, en esta capital, la tasa de nacimientos anual en adolescentes en nuestro país es de aproximadamente 77 por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años.
 
En México, la Razón de Muerte Materna (RMM) se ubicó en 2013 en 38.2 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos (en total 861 muertes de mujeres); 13.8 por ciento de los decesos corresponden a menores de 20 años de edad.
 
Desde hace varios años, organizaciones defensoras de los derechos sexuales y reproductivos han alertado sobre el peligro y riesgos que conlleva que las adolescentes lleven a término un embarazo, pues no sólo están expuestas a perder la vida, sino a padecer las secuelas de una gestación mal atendida (daños a la salud conocidos como morbilidad materna).
 
En su estudio, Save the Children subraya que las adolescentes que deciden continuar su embarazo pueden tener más riesgos para su salud y su vida, ya que no cuentan con el desarrollo físico adecuado, y presentan dos veces más probabilidades de morir por complicaciones durante el embarazo o el parto, en comparación con las adultas.
 
Asimismo, las posibilidades de morir durante el parto o el puerperio (40 días siguientes al alumbramiento), o tener un nacimiento prematuro o un bebé con bajo peso, son otros de los factores a los que se exponen las jóvenes menores de edad.
 
 
¿POR QUÉ MUEREN LAS ADOLESCENTES?
 
De acuerdo con el reporte, la principal causa de MM tiene que ver con causas obstétricas indirectas (relacionadas con enfermedades asociadas, es decir, las que se presentan o se complican con el embarazo). Mientras el promedio nacional de muerte por estas causas se ubica en 28 por ciento, existen estados con alarmantes cifras que superan por mucho la media nacional.
 
Destaca Colima, donde el número de muertes por causas obstétricas  indirectas en adolescentes se ubica en 66.7 por ciento, seguido de Aguascalientes con 57.1, y Nayarit y Tlaxcala con 50 cada uno.
 
Cabe destacar que Colima y Nayarit modificaron sus constituciones locales para “proteger la vida desde la concepción-fecundación”, lo que derivó en que se criminalice a las mujeres por abortar.
 
Respecto a las muertes por enfermedades hipertensivas por embarazo (presión alta), la media nacional se ubica en 23.7 por ciento de decesos. En el caso de las adolescentes de Baja California Sur, el 50 por ciento de los fallecimientos que se dan en este grupo poblacional son por esta causa, casi el doble de la media nacional. Le siguen Querétaro con 42.9, y Coahuila con 37.5 por ciento.
 
La hemorragia obstétrica se ubica en la media nacional en 17.5 por ciento. En Sinaloa, las adolescentes registran el primer lugar con 35.7 por ciento, seguidas de Aguascalientes con 28.6. Incluso el registro de muertes por esta causa es muy superior al que se registró en 2006, cuando se ubicó en 22.1 por ciento para la población de mujeres en general.
 
DÓNDE ESTÁN MURIENDO
 
Un dato importante del estudio es que también ha bajado el número de adolescentes atendidas en servicios de salud: mientras en 2010, 92.7 por ciento de ellas contaba con atención médica, para 2014 la cifra disminuyó a 85.9 por ciento.
 
Aun así, las que cuentan con servicios de salud no están exentas de morir, toda vez que la mayor parte de las MM se dieron en instituciones de la Secretaría de Salud (Ss).
 
Según el análisis de Save the Children, a partir de los datos de MM en 2014, desde 2010 la Ss ha registrado el más alto porcentaje de muertes maternas en adolescentes; lo más grave es que lejos de disminuir, se ha incrementado.
 
Así, de 2010, cuando la Ss registró 50 por ciento de los decesos por muerte materna en adolescentes, para 2012 se ubicó en poco más de 60 por ciento; y para 2014 llegó a 70 por ciento de los fallecimientos por muerte materna.
 
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también se ubica como otra de las instituciones que pese a atender a adolescentes embarazadas, tiene un registro del 10 por ciento de muertes maternas entre estas jóvenes a 2014, destacando 2011 con poco más de 10 por ciento, porcentaje que disminuyó en 2014 con menos de 10 por ciento de muertes maternas.
 
Un dato que destaca es que las adolescentes que no tienen ningún servicio de salud han fallecido en su hogar. El porcentaje de estas muertes fue mayor en 2011 cuando se registró casi 15 por ciento de decesos en el hogar; para 2013 y 2014 la proporción se mantuvo casi igual al no bajar del 10 por ciento.
 
JÓVENES CON EDUCACIÓN BÁSICA, LAS QUE MÁS MUEREN
 
El grueso de las adolescentes que están muriendo por causas asociadas a la maternidad se ubica principalmente en el grupo con estudios de secundaria.
 
Durante 2011 casi 35 por ciento de las jóvenes con secundaria o que la cursaban al momento de estar embarazadas, fallecieron por MM. En 2014 el porcentaje disminuyó muy poco, apenas tres puntos porcentuales.
 
Les siguen las adolescentes con estudios de bachillerato o preparatoria incompleta. Mientras en 2010 el porcentaje de decesos casi llega a 20 por ciento, para 2014 se ubicó en poco más de 15 por ciento.
 
ZONAS RURAL Y URBANA
 
Por ubicación geográfica y contrario a lo que pudiera creerse, las adolescentes de zonas urbanas son las que más están muriendo. Lo más grave es que no se observa una reducción, al contrario, los porcentajes no se han podido ni disminuir ni siquiera mantener, pues incluso duplican los de las zonas rurales, aunque es importante precisar que en estas últimas hay un subregistro en el número de defunciones por MM.
 
Lo cierto es que mientras en 2010 un 67 por ciento de los decesos se dieron en zonas urbanas, para las zonas rurales el porcentaje se ubicó en 31.3; en 2011, 62.4 por ciento de los fallecimientos se registró en zona urbana, mientras en la rural alcanzó 36.9; para 2014 mientras la zona urbana se ubicó en 69 por ciento, la zona rural alcanzó 30.2, es decir, se duplicaron las muertes en las ciudades.
 
Las defunciones por MM en adolescentes se duplicaron de 2010 a 2014 en Morelos, al pasar de 20 por ciento en 2010 a 40 por ciento en 2014; en Quintana Roo pasaron de 18.75 a 25 por ciento en el mismo periodo, y en Campeche la cifra se quintuplicó al pasar de 10 por ciento a 50 por ciento en el mismo lapso.
 
Save the Children considera que para prevenir el embarazo en adolescentes es esencial que se les generen mayores oportunidades de desarrollo económico, ya que este fenómeno está muy relacionado con que las menores de edad presenten embarazos.
 
La falta de oportunidades de educación, de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y la desigualdad económica y social son factores que influyen en esta problemática.
 
La población adolescente es una de las más excluidas de la política pública, alertó la organización internacional, y en tanto no se le considere como sujeta de derechos, habrá pocas probabilidades de prevenir gestaciones tempranas.
 
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