Por temor a que los alumnos de la escuela pública 6 de Agosto copiaran los movimientos y el lenguaje de una niña con síndrome de Down, la directiva del plantel objetó su ingreso al primer año de primaria en esta capital boliviana.
Por ese motivo los familiares presentaron una queja ante el defensor del pueblo en la La Paz, pero el director de la escuela Federico Portugal, insistió en que la niña –de 12 años de edad– debe asistir a un centro especializado.
La información, publicada hoy por la Red-ada y el matutino de circulación nacional La Prensa refiere que la madre de la niña ha intentado inscribirla en cuatro oportunidades pero el director siempre se negó.
«Me dijo que Rosmery (nombre ficticio), mi hija, no podía estar en la escuela porque estaba bastante enfermita y que los otros niños la iban a mirar y molestar. Sugirió una escuela especial para la cual me ofreció una carta de recomendación», dice la madre.
Otro de los argumentos del director fue la falta de cupo. Pero, contradictoriamente, en la escuela 6 de Agosto funcionan dos turnos paralelos en la tarde; cada uno trabaja sólo con 27 y 28 alumnos, a pesar de que reforma educativa recomienda un mínimo de 30 alumnos.
Ante la insistencia de la consulta, la máxima autoridad de la escuela reconoció que la presencia de la niña podría causar efectos negativos en sus compañeros de aula, «impacto sicológico», fueron las palabras que utilizó el director. Los niños podrían adoptar los «mismos movimientos y la misma forma de hablar», dijo.
|
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente |