A casi 100 años de haber sido instaurado el Día Internacional de la Mujer, los avances registrados en salud, trabajo y educación, han sido pocos debido en gran medida a la desigualdad, señalaron hoy Thierry Lemaresquier, coordinador residente de las Naciones Unidas en México, y Guillermo Miranda, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Durante la conferencia de prensa realizada como preámbulo al 8 de marzo, Guillermo Miranda, de la OIT, dijo que las mujeres poco han ganado en el ámbito laboral. Actualmente, puntualizó, en América Latina una de cada 10 personas económicamente activas son mujeres.
Sin embargo, resaltó que son ellas las peor pagadas y las que padecen más el fenómeno del desempleo. Como ejemplo, citó que en 2003 hubo 19 millones de mujeres desempleadas en la región.
En la última década, aumentó de 45 a 50 por ciento la presencia de mujeres en el sector informal. Se estima que 38 por ciento de las asalariadas no cotizan en la seguridad social, 72 por ciento de las empleadas del sector informal no están afiliadas a una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore), enfatizó Miranda.
Dijo que la incorporación de las mujeres al ámbito productivo tiene un impacto positivo en el combate a la pobreza. El índice de pobreza femenina es alto en la región, pero cuando las jefas de hogares se incorporan al mercado laboral logran reducirlo.
Resaltó que uno de los mitos más comunes para contratar a las mujeres es el de los «costos». En este sentido, explicó que uno de los estudios realizados por la OIT en seis países de la región, incluyendo a México, los costos adicionales de la mujer derivados de la maternidad, cuidado infantil, gastos por licencia, reemplazo representa menos de dos por ciento de la regulación bruta mensual de la trabajadora.
El «techo de cristal» es otro factor que impide el desarrollo profesional en puestos directivos de las mujeres. En América Latina la población femenina ocupa entre 25 y 35 por ciento de los cargos ejecutivos y es propietaria de un cuarto o un tercio de las microempresas.
Por ello, el funcionario enumeró una serie de recomendaciones para las políticas públicas de los países de la región, entre las que destacan promover medidas que favorezcan la repartición igualitaria del trabajo doméstico y ampliar los servicios de apoyo al cuidado infantil, en especial para la mujeres más pobres.
Promover el acceso de las mujeres en igualdad de condiciones a la formación profesional, de oficios y ocupaciones no tradicionales, fortalecer las legislaciones en materia de protección de la maternidad (poniendo especial énfasis los mecanismos de protección contra el despido a mujeres embarazadas y lactantes), y garantizar servicios médicos por maternidad fueron otras de las sugerencias de Miranda.
Asimismo, el funcionario de la ONU dijo que los esfuerzos de este organismo internacional se centrarán este año en contrarrestar la pandemia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), sobre todo por la incidencia que tiene entre la población femenina.
Por su parte, Thierry Lemaresquier enfatizó en el problema del VIH entre las mujeres, que se debe en gran medida a la enorme desigualdad que existe en algunos países donde no son dueñas de su cuerpo ni de su sexualidad, y por lo tanto tienen menos facultades para gozar de sus derechos.
Ambos funcionarios coincidieron en que el propósito es que en algunos años las mujeres puedan conmemorar en contextos más favorables el Día Internacional de la Mujer.
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