Los documentos hasta ahora difundidos sobre los objetivos del Plan Puebla Panamá prácticamente ignoran a la población femenina, y cuando se refieren a ella los conceptos son confusos, aseguró hoy la representante del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua (FSLN), en Europa, Margarita Zapata.
Al participar en el Foro de Reflexión Sobre las Metas del Milenio y la Equidad de Género en el marco del Plan Puebla-Panamá (PPP), que concluye hoy, Zapata explicó los documentos del plan apenas logran incorporar una o dos ideas en relación a las mujeres.
En uno de ellos se menciona que la mujer indígena es un grupo especial, sin señalar porqué ni cómo será atendido y sin mayor análisis sobre tal especificidad, «lo cual expone una preocupante falta de sensibilidad social del plan en sí y una ignorancia sobre su importancia», afirmó.
Con ello el género queda como algo indefinido y la calidad de vida de las mujeres se reduce a un indicador población-meta, situación que por supuesto es imprescindible revertir, dijo.
Para ella, la realidad de los procesos de integración económica mundial, como sería el PPP, requieren esquemas de planeación estratégica y participativa más adaptables a circunstancias poco controlables. «Se deben asegurar mecanismos eficientes que impidan perder de vista los objetivos centrales en cualquier escenario».
Consideró que las relaciones entre mujeres y hombres mantienen en general la constante de establecer la subordinación de un género hacia otro sin importar el país, lo que contribuye a la desigualdad.
Durante el evento, organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), dijo que el PPP, en un principio se anunció como un mero plan intergubernamental para dotar de mayor infraestructura a México y los países centroamericanos.
Sin embargo, apuntó, con el tiempo ha derivado en un amplio y polémico debate sobre las distintas transformaciones que amerita no sólo el mismo proceso, sino la prospectiva más óptima para su inserción mundial y que trasciende la esfera productiva.
2003/RGL/MEL