En el IV distrito, una innumerable cantidad de mujeres se convierten por necesidad en jefas de familia y en el único sostén de sus hijas e hijos, debido a que la mayoría de los hombres emigra hacia los Estados Unidos en busca del «sueño americano», señala la diputada local por este distrito Norma Alicia Dueñas Pérez.
Al referirse al fenómeno de la migración en el norte del país, Dueñas reconoce en entrevista con Cimacnoticias el difícil rol que deben enfrentar las esposas de los migrantes al quedar totalmente abandonadas, porque «algunas veces los maridos se olvidan de sus familias y no vuelven nunca más».
Algunos envían remesas, pero otros dejan a sus esposas e inician nuevas familias en el otro lado, apunta, incluso muchas de estas mujeres no saben si su pareja vive o murió en el intento por cruzar el Río Bravo.
Norma Alicia Dueñas Pérez es la actual presidenta de la Comisión para la Juventud del Congreso estatal y la diputada más joven de la legislatura local, con 25 años de edad.
Rompiendo todos los esquemas, en una región como Tamaulipas donde impera todavía el machismo, inició su carrera política cuando incursionó en actividades dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hace más de 10 años, tiempo en que se integró al Frente Juvenil Revolucionario de Tula, organización que llegó a dirigir cuando apenas tenía 17 años de edad.
Después de años de una activa militancia dentro de la Confederación Nacional Campesina (CNC) es ahora también la dirigente estatal de Vanguardia Juvenil Agrarista, es por eso que conoce muy de cerca el problema de la migración y sus repercusiones en la familia rural.
«Cuando los señores se van, muchas veces pierden sus orígenes, su cultura, sus raíces y las mujeres que se quedan deben hacerse cargo de los hijos, pagar por su educación, trabajan en el campo, cuidan a los animales, laboran en tareas domésticas. Tienen que lidiar solas con las dificultades económicas», cuenta.
Sin embargo, dice, uno de los mayores obstáculos para avanzar en el desarrollo económico de las familias rurales, es el burocratismo y las dificultades para bajar los recursos de los programas federales para el campo, las reglas de operación son muy complejas, ya que entre los requisitos se incluyen la elaboración de todo un plan de negocios, con la justificación, diagnostico interno del grupo, estudios de mercado y rentabilidad de la empresa.
Por eso, en su opinión, es indispensable estar cerca de la población campesina, orientarlos para que se organicen, manejen su contabilidad y trabajen en equipo con la integración de sociedades que les permita acceder al recurso, «de lo contrario los programas no van a venir a ellos».
MICROEMPRESAS PARA MUJERES
Sabe de estas dificultadas por su experiencia de vida. Empezó a trabajar desde muy joven, pues al morir su padre cuando ella tenía 15 años de edad, suspendió sus estudios para trabajar en la presidencia municipal y ayudar a su madre que es maestra en la manutención de sus 4 hermanos ya que en ese tiempo todos estudiaban.
Después reanudó sus estudios en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico Agropecuario de Tula, lo que le permitió dedicarse en los últimos años, a organizar y brindar asesoría técnica a muchos grupos de mujeres y jóvenes de los municipios de Tula, Miquihuana, Jaumave, Bustamante y Palmillas en el diseño de planes de negocios y la creación de sociedades rurales para micro empresas.
«Luego de estos años que he trabajado muy cerca de la gente, estoy convencida que la mejor solución para que la economía de las familias del cuarto distrito mejore es organizando y capacitando a las comunidades. Tenemos que enseñarles a trabajar, fomentar fuentes de empleo y gestionar mas recursos para el equipamiento de pequeñas empresas», señala.
Asegura que uno de sus mayores compromisos con las y los habitantes que la eligieron como diputada, es impulsar un proyecto de impacto regional que propicie el establecimiento de industrias que generen oportunidades de desarrollo económico con el aprovechamiento de los recursos naturales y humanos de la zona.
El actual gobernador, Eugenio Hernández Flores, ha canalizado una inversión adicional al presupuesto federal «sin precedente», considera Norma Alicia Dueñas, para impulsar el desarrollo productivo y de las familias del campo.
– Se ha dicho que las organizaciones campesinas politizan la entrega de estos recursos, ¿es esto cierto?, se le pregunta.
– Si las organizaciones campesinas no les brindáramos asesoría técnica, el dinero etiquetado por el gobierno federal para proyectos productivos en el sector agropecuario se quedarían sin ejercer y las familias no podrían aprovecharlos.
«Tú les puedes armar todo el plan de negocios y eso no te garantiza ni que van aprobarse los recursos del programa, ni que el grupo de personas beneficiadas van a votar por ti en determinado momento», agrega, luego se despide y concluye la entrevista.
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