Mujeres indígenas oaxaqueñas, poblanas y michoacanas buscarán que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconozca la cocina mexicana como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Para ello, viajarán a la sede de la UNESCO, en Francia, las indígenas oaxaqueñas Abigail Mendoza Ruiz y Francisca Lorenzo, quienes presentarán parte de la gastronomía oaxaqueña y por ser ellas mujeres preocupadas en la preservación de la comida local, misma que han heredado y conservado generación tras generación.
Las mujeres originarias de Teotitlán del Valle, Tlacolula, y Santa Ana Tlapacoyan, Zimatlán, poblaciones localizadas en la región del Valle Central visitarán del 17 al 22 de septiembre ese país europeo junto con mujeres de Puebla y Michoacán para alcanzar el reconocimiento mundial.
El menú que las oaxaqueñas presentarán al pleno de ese organismo internacional consiste en tamales de amarillo, sopa de amarillo con achiote, mole amarillito ceremonial con lomo de venado y chochoyotes, explicó la secretaria de Cultura, Patricia Zárate.
La degustación, también incluye algunos postres tradicionales de la entidad como nicuatole de maíz con frutas tropicales, chocolate batido acompañado de galletas que hace tres siglos hacía una monja y que hoy se le conocen como «suspiros de la Madre Celestina».
La funcionaria señaló que la distinción como patrimonio mundial «salvaría» a la gastronomía mexicana que ante la globalización corre el riesgo de perder sus más tradicionales platillos
Comentó que las cocineras, mujeres indígenas invitadas han destacado por su preocupación en el rescate de los ingredientes y utensilios dentro de la gastronomía local, así como por su interés en defender el papel de la comida dentro las festividades y eventos sociales como mayordomías, fiestas patronales, velorios, bodas para los oaxaqueños.
Es así como las cocineras preparan ingredientes y utensilios que serán trasladados hasta Francia para esta muestra gastronómica, entre ellos: el metate, el molcajete, cucharas, molinillos y bateas de madera.
Conviene mencionar que la tradicional gastronomía mexicana será propuesta por segunda vez como Patrimonio de la Humanidad con la intención de preservar sus platillos, algunos de ellos en riesgo de perderse.
2005/PB/SJ
