Fritz Lehrisson, representante de Unicef en México informó que en el mundo cada año caen en las redes del comercio sexual un millón de infantes, en su mayoría, niñas. En tanto que en México, dijo, este comercio es «inaceptable e intolerable».
Durante la presentación de la segunda etapa de la campaña contra la explotación sexual comercial infantil «Abre los ojos, pero no cierres la boca», el funcionario sostuvo que la prostitución, la pornografía y el tráfico de niñas y niños constituyen las violaciones más graves de los derechos de la infancia.
En este sentido, señaló que la explotación sexual infantil y sus vertientes (venta, tráfico, prostitución y pornografía) se han convertido en los últimos años en una gran industria global y multimillonaria que poco a poco adquiere mayor visibilidad a expensas de la violación de los derechos humanos de la niñez en todas las regiones del mundo.
Planteó que una de las formas más eficientes en la lucha contra la explotación sexual infantil es analizar la legislación cada país. En este sentido reconoció los esfuerzos de México al ratificar el protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos de la Niñez que obliga a los gobiernos a tomar medidas tangibles para asegurar que los culpables de este delito reciban castigo y penas severas.
Tras asegurar el protocolo significa el fin a la impunidad de los explotadores de niñas y niños, Lehrisson dijo que el Plan de Acción aprobado durante la sesión especial de la infancia de mayo pasado en Nueva York, compromete a los gobiernos a proteger a las niñas y niños de todas las formas de explotación sexual, incluida la pedofilia, la trata de personas y los secuestros, así como todas las formas de maltrato, abandono, explotación y violencia.
Más adelante, sostuvo que crímenes de esta naturaleza no pueden quedar impunes al señalar que el silencio es el mayor cómplice de este flagelo.
Dijo esperar que la segunda etapa de la campaña contra la explotación sexual infantil contribuya a que la sociedad mexicana denuncie esta práctica y que se actué en consecuencia.
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