El 46.6 por ciento de mexicanas (nueve millones de mujeres), sufren algún tipo de violencia económica, emocional, física y sexual, reveló la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), aplicada en 57 mil viviendas en todo el territorio nacional durante el último trimestre de 2003.
La violencia emocional es mayor entre la población femenina de 15, 19, 25 y 44 años de edad; la física entre las mujeres jóvenes y, la sexual se presenta más entre las de 40 a 44 años de edad, donde una de cada diez es violentada.
Sin embargo, son las mujeres económicamente activas quienes en mayor medida padecen violencia física y sexual. Tres de cada diez -según la encuesta-, debido a cuestiones culturales, toda vez que el varón se siente «traicionado», pues su papel de único proveedor y la máxima autoridad del hogar ahora es disputado por ellas.
Los estados de la República que presentaron mayor índice de violencia son Sonora, con 49.8 por ciento; Zacatecas, 45.6; Baja California 47.3; Chihuahua, 46.3; Michoacán, 45.6; Quintana Roo, 43; Coahuila, 32.6 e Hidalgo, 41.5 por ciento. No se dieron a conocer datos de la situación de violencia en las mujeres del Distrito Federal.
El sondeo realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), destaca que la violencia en la pareja es un fenómeno multifactorial.
Esto es, que son diversas las causas por las que la pareja arremete contra las mujeres. Entre ellas, el consumo de alcohol, la situación económica, la incorporación de las mujeres al ámbito laboral y el nacimiento de sus hijas e hijos.
Patricia Espinosa Torres, presidenta del Inmujeres, dio a conocer los resultados preliminares de la encuesta. En ella se destaca que por estado civil, las mujeres que viven en unión libre son más susceptibles de sufrir alguna agresión de su pareja en relación a las casadas, al ubicarse con 54.9 por ciento y 44.5 por ciento, respectivamente.
Además, quienes tienen hijas e hijos sufren mayor violencia (46.9 por ciento), que aquellas que no los tienen (41.3 por ciento).
Asimismo la encuesta demostró que a mayor nivel educativo, las mujeres presentan «menor» incidencia de la violencia. Las que terminaron la secundaria fueron violentadas en un 52 por ciento, mientras que aquellas que cuentan con nivel preparatoria o profesional, en un 41 por ciento.
Por cuestiones culturales las mujeres sin instrucción ven la violencia como algo «natural», destacó Espinosa.
MAS DATOS
Una de cada cinco mujeres recibe de su pareja indiferencia. Otras formas de violencia hacia ellas son dejarle de hablar, ignorarlas, no brindarles cariño, atención, el no compartir las tareas domésticas aún cuando el hombre tenga tiempo.
En relación a la ayuda, la encuesta reveló que menos de un 15 por ciento de mujeres solicita apoyo en caso de padecer violencia, debido a que les cuesta trabajo reconocer que están siendo violentadas. Aquellas que deciden solicitar ayuda, recurren a amigas, sacerdotes y sicólogos.
Patricia Espinosa resaltó en conferencia de prensa que entre las secuelas que deja a las mujeres la violencia están la depresión y tristeza, en un 45 por ciento; el 31.6 manifestó haber tenido problemas nerviosos, 19.7 por ciento, alimenticios y el 14.2, dejó de salir.
La titular del Inmujeres indicó que la violencia es un problema de salud pública en el que deben involucrarse todos los sectores de la sociedad y del gobierno: legisladoras y legisladores, procuradores de justicia, partidos políticos, organizaciones civiles, escuelas, instituciones religiosas y medios de comunicación.
2004/LG/GV/SM
