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Chiapas a 80 años del voto femenino

Por Candelaria Rodríguez

Al conmemorar 80 años del voto de la mujer en Chiapas, el Grupo Amplio de Mujeres (GAM) se pronunció por reivindicar los espacios públicos ante la invisibilización del género femenino a lo largo de ocho décadas en esta entidad.

A nombre del GAM, Guadalupe Esquinca, sostuvo que a un paso de un proceso electoral importantísimo para nuestra nación, «no queremos seguir siendo una minoría», al denunciar que a lo largo de 80 años, únicamente 39 mujeres han sido presidentas municipales, cuatro senadoras, 26 diputadas locales, 47 síndicas y más de 400 regidoras entre propietarias y suplentes.

Las integrantes del Grupo Amplio de Mujeres recordaron que fue un 11 de mayo del año de 1925, durante el gobierno de César Córdova, por medio del Decreto número ocho, que entro en vigor en las elecciones de 1925, cuando se reconocen los derechos políticos de las chiapanecas a los 18 años de edad.

En esa época, Chiapas registra la primera diputada local, la maestra Florinda Lazos, con una larga trayectoria a favor de los derechos de la mujer.

«Votar y ser postuladas a cargos de elección popular fue un sueño que llevaba de la mano poder lograr reformas legislativas en beneficio de las mexicanas», destacó la feminista.

En referencia histórica, dijo que el movimiento revolucionario de 1910, trajo consigo beneficios a la población femenina ya desde 1914 las mexicanas lograron protección legal con la Ley del Divorcio, la Ley de Matrimonio en 1915 y la Ley de Relaciones Familiares, en 1917.

Afirmó que fue en el sureste mexicano donde se gestó el movimiento que dio como resultado la conquista del voto y la posibilidad de ser elegidas para regidoras, presidentas municipales y diputadas locales.

Esquinca se refirió en primer lugar a la Constitución del estado de Yucatán, quien reconoció el derecho de la mujer a votar en las elecciones municipales en 1922 y, en 1923, ocurrió lo mismo con Chiapas, entrando en vigor en 1925.
A 80 años de obtener el derecho a votar y ser electas, las chiapanecas ganan espacios a cuentagotas en la política y con mucho trabajo ven concretarse leyes y políticas públicas para mas de dos millones de mujeres en el estado.

En Chiapas actualmente son muy pocos los espacios públicos de representación popular ocupados por mujeres. En el poder Legislativo hay sólo seis diputadas de 40, es decir, representan el 16 por ciento; así como cuatro presidentas municipales de 118 en total, tres diputadas federales y una senadora.

Los números nos señalan que la presencia de las mujeres chiapanecas en espacios de poder es casi nula, en un estado en el que la mayoría de las luchas sociales, civiles y populares están impulsadas por mujeres.

Por ello el Grupo Amplio de Mujeres plantea la necesidad de ganar espacios de abajo hacia arriba, es decir, empezar con las alcaldías que están más cerca de lo cotidiano, donde está lo más difícil de cambiar que son los comportamientos culturales, por ello la presencia de Gloria Sánchez en la presidencia municipal indígena de Oxchuc es vital como parte de un proceso de construir nuevos modelos de hacer política.

La vocera del GAM dijo que los espacios políticos representan una de las áreas importantes donde las mujeres debemos incidir, sin embargo, sí queremos el poder, queremos participar en las grandes decisiones; pero no sólo en los espacios públicos, sino en todos lo ámbitos, «a trabajo igual, salario igual; en el hogar, sin chantajes, sin violencia, sin ofensas, con equidad».

Votar y ser elegidas, a cargo de elección popular, agregó, es una parte importante de la ciudadanía femenina, pero no es todo el poder no sólo está en la política sino en la ciencia, en las artes, en las jefaturas de las empresas, es decir, en el espacio partidario político, ideológico, social e intelectual a los que las mujeres deben acceder en condiciones de equidad e igualdad dejando a un lado las descalificaciones incluso de las propias mujeres.

Por ello, indicó, es necesario reivindicar los derechos sexuales y reproductivos de la población femenina «que es donde radica la esencia de una cultura que hace del rol de la mujer destino inamovible.

Porque somos una mayoría que acompaña y construye una nueva perspectiva de género, demandamos de las autoridades apoyar los tratados internacionales, por algo el estado mexicano signó la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW) que busca a la transformación cultural interna.

La participación de las chiapanecas en los asuntos locales y nacionales y en la vida política, han transformado esta actividad, dotándola de valores y prácticas que la ennoblecen, imprimiéndole un rostro humano, que la actualiza y vincula con el pueblo.

2005/CR/SJ

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