El alcalde priista Domingo López ordenó a los mayoles (policías tradicionales designados mediante usos y costumbres) de esta localidad que sometieron con violencia a ocho mujeres evangélicas para que limpiaran la cárcel municipal de San Juan Chamula, como castigo ejemplar porque se negaron a dar una cooperación de 26 pesos para las celebraciones del pueblo.
Las mujeres, junto con otros tres hombres a quienes también sometieron el pasado miércoles, son indígenas tzotziles integrantes de la religión Testigos de Jehová de la comunidad Ucuntic. Fueron detenidos y trasladarlos a la cabecera municipal donde fueron exhibidos y obligados a limpiar la sucia cárcel.
Las mujeres fueron sometidas con violencia a limpiar la cárcel, un sitio sucio donde comúnmente se recluye a personas en estado de ebriedad que escandalizan en la localidad. Los hombres fueron obligados a limpiar el río donde desembocan aguas negras que cruza la cabecera del municipio.
El resto de los indígenas católicos que con sorna se encargaron de vigilar a los escarmentados impidieron no sólo que los fotógrafos tomaran imágenes del abuso sino que los reporteros se acercaran a las mujeres con la amenaza de castigarlos igual o amarrarlos a la plaza pública.
El encargado de la Comisión de Derechos Humanos del estado, Juan Carlos Moreno Guillén, un ex diputado del conservador Partido Acción Nacional (PAN) no ha hecho comentarios al respecto y aunque se le pidió una opinión su departamento de prensa respondió que estaba descansando y que probablemente se presentaría el lunes once de mayo.
San Juan Chamula es un municipio chiapaneco, de mayoría católica, donde son frecuentes los abusos contra practicantes de otras religiones, quienes son exhibidos, desnudados, golpeados, linchados, obligados a limpiar excrementos y donde más de 34 mil evangélicos han sido expulsados de sus comunidades.
09/MC/GG