Especialistas de la UNAM, en colaboración con el Instituto Nacional de Cancerología y el Instituto Mexicano del Seguro Social, elaboran una nueva técnica para identificar áreas malignas en una mamografía y así perfeccionarla, ya que hasta el momento sólo es una radiografía anatómica.
En un comunicado, la UNAM informó que lo anterior se experimenta a través de un método creado por estudiantes del Instituto de Física (IF) que buscan convertir la mamografía en una técnica funcional y apoyar a las mujeres enfermas, así como a las y los especialistas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR), el cáncer de mama (CaMa) es la primera causa de muerte entre las mexicanas de 25 años de edad o más. Tan sólo en 2010, 5 mil 113 mujeres perdieron la vida a causa de este padecimiento.
La idea de las y los alumnos de la maestría en Física Médica es desarrollar instrumentos que ayuden a los radiólogos a optimizar sus servicios y avanzar en nuevas formas de obtener resultados.
La especialista del IF María Ester Brandan indicó que se buscan crear técnicas innovadoras en mamografía digital. Por ello, desde 2002 se trabaja en la sustracción de imágenes para obtener resultados distintos de los desplegados por una imagen única.
Agregó que el propósito inicial de la técnica que se vale de imágenes digitales a dos energías, es observar acumulaciones de minerales en la mama, posibles indicadores de un tumor (microcalcificaciones), ya que si estos son detectados en el estudio, se puede sospechar que cerca hay una lesión, probablemente maligna.
La especialista relató que «de 2005 a 2009 comenzamos a usar la resta de imágenes para identificar un medio de contraste (solución salina con yodo) que después de inyectado viaja en el sistema circulatorio. Dos estudiantes trabajaron en este proyecto».
Ester Brandan explicó que comenzaron a realizar pruebas entre pacientes que deben someterse a una biopsia, y que hasta el momento «los primeros resultados son prometedores… con esta técnica la mamografía se convierte en una técnica funcional y no sólo es una radiografía anatómica», destacó.
«Nuestro objetivo es biomédico. Queremos estudiar cuidadosamente las imágenes en las que hay yodo. Éste se distribuye alrededor de la lesión. Por ello, buscamos la correlación entre lo que vemos y lo que observa el médico patólogo en los cortes histopatológicos de la biopsia», abundó.
«Actualmente extraemos de la imagen información que no se observa en la mamografía común. Esto no sólo tiene que ver con investigación, sino con el impacto social que pueda tener, toda vez que tenemos perfiles con casos benignos en los que se ha comprobado esta técnica», concluyó la científica.
11/GTR/RMB
