El objetivo de la recién creada Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos de obtener un ahorro de 10 por ciento por la compra de antirretrovirales es insuficiente, pues lo que se requiere es una adecuada negociación con las farmacéuticas para que México deje de comprarlos a un precio hasta 30 veces mayor del que prevalece en otros países subdesarrollados, coincidieron en señalar activistas de lucha contra el SIDA.
Aunque calificaron como positiva la creación del organismo, los activistas criticaron la exclusión de representantes de la sociedad civil, cuya presencia, dijeron, resulta necesaria para fortalecer las labores de transparencia y vigilancia ciudadana y así evitar «acuerdos en lo oscurito», informó NotieSe.
Para Luis Adrián Quiroz, secretario de la organización Derechohabientes viviendo con VIH/SIDA del Instituto Mexicano del Seguro Social (Dvvimms), la manera en que se conformó la comisión supone que solo tomará en cuenta la opinión de las autoridades, hecho que contraviene los procedimientos recomendados por el ONUSIDA respecto a un mayor involucramiento de las personas afectadas por la epidemia en la toma de decisiones.
«Tal parece que los acuerdos sobre la materia firmados por el gobierno mexicano no le importan a la Secretaría de Salud. ¿Cómo es posible que México haya enviado un informe a la Sesión Especial sobre SIDA de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que afirma que las personas que viven con VIH/SIDA participan en las políticas públicas? Solo es en el discurso porque los hechos nos muestran otra cosa».
Sobre el asunto de que sólo tres laboratorios concentran la mitad de las claves de los antirretrovirales ofrecidas por el sector salud y que acaparan 75 por ciento de las ventas de fármacos utilizados para combatir el VIH/SIDA, el secretario de Dvvimss, indicó que dicha situación perjudica y pone en riesgo a las personas afectadas por la epidemia, pues se han registrado casos de contaminación en las líneas de producción de la zivoduvina y el nelfinavir.
Apuntó que la corrupción entre funcionarios del Sector Salud y la industria farmacéutica, así como la falta de compras consolidadas de medicamentos, ha generado la existencia de precios diferenciados entre las dependencias gubernamentales.
Por su parte, Patricia Campos, Jefa de la Oficina América Latina de AIDS Healthcare Foundation –la organización no gubernamental más grande del mundo en atención especializada y gratuita a personas que viven con VIH/SIDA, y que realiza cabildeo con las farmacéuticas para reducir los precios de los antirretrovirales–, aplaudió la iniciativa pues podría ser el comienzo para modificar «la forma tan injusta en que como país hemos sido tasados para fijar los precios de los medicamentos».
En México, dijo a NotieSe quien fuera responsable del Consejo Estatal para la Prevención del Sida en Jalisco, el costo anual del tratamiento antirretroviral por cada persona asciende a poco más de 70 mil pesos, por lo que de impulsarse adecuadas negociaciones el costo podría oscilar entre los mil y tres mil pesos.
«Puede parecer una idea descabellada, pero de acuerdo con los análisis hechos por AIDS Healthcare Foundation, es posible alcanzar esa meta. A las autoridades les hemos entregado información valiosa para que evalúen la situación y se percaten de que los precios de los medicamentos adquiridos son sumamente elevados. Desde hace más de un año, nuestra organización ha insistido en la necesidad de avanzar en el tema, por lo que sentimos que la puesta en marcha de la comisión forma parte de nuestros logros», señaló.
Al indicar que el monto del ahorro anual planeado por la Secretaría de Salud equivalente a 5 mil millones de pesos, «es muy bajo», Campos se pronunció a favor de respaldar la propuesta de la senadora del Partido de la Revolución Democrática, Claudia Corichi García, quien de acuerdo con el Artículo 77 de la Ley de Propiedad Industrial, ha pedido declarar una emergencia nacional para que México pueda comprar medicamentos genéricos.
Finalmente, Martín Luna, director del Centro de Atención Profesional a Personas con SIDA, destacó la necesidad de que buena parte de los ahorros obtenidos de la compra de medicamentos sean empleados para impulsar acciones preventivas como la prueba de detección, además de realizar campañas focalizadas y dirigidas a los grupos más afectados por la epidemia.
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