Las directoras mexicanas lo quieren todo hoy, asegura sin angustia la cineasta Carolina Rivas, cuyo mediometraje Zona Cero compite mañana viernes de manera oficial en la sección Cinefondation del Festival Internacional de Cine en Cannes, Francia.
«Las mujeres ahora consiguen espacios, sobre todo en el caso de las cineastas» refirió Rivas, egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las tres mexicanas que han competido en el famoso festival de la riviera francesa.
Antes fue María Novaro, en 1991 con Danzón, y este año también Luciana Jauffred, directora de la comedia negra Rebeca a Estas Alturas. Mañana competirán por alguno de los tres premios, que además del reconocimiento especializado incluyen entre 15 mil (poco más de 15 mil dólares).
En el pasado había una franca marginación en este arte cinematográfico, «pero poco a poco se considera que ellas pueden plantear su percepción del mundo», remató la también egresada de la Escuela de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) convencida de que, especialmente «cuando un trabajo se ve en el extranjero, la obra defienda a la obra.»
Entrevistada por Cimacnoticias antes de viajar a Francia, consideró que su trabajo seleccionado, Zona Cero, filmada en blanco y negro por el fotógrafo Pablo Ramírez Durón, imprime una visión universalizadora sobre el hombre contemporáneo.
La historia desesperada de un hombre buscando sanar a su hijo agonizante en una ciudad cualquiera en un año indefinible es una invitación: «Descifrar a ese hombre es descifrarme a mí misma.»
En el fondo, opina Rivas, nacida en esta ciudad en 1972, hay puntos en que toda la humanidad se toca, como la búsqueda de aceptación y efecto.
Opina que su visión femenina, al igual que la de Luciana Jauffred son «un pinchazo al inconsciente de la humanidad de una manera que el varón no lo había hecho un discurso cinematográfico.»
FUTURAS CINEASTAS
Para Carolina Rivas hay dos tipos de mujeres que ingresan a las escuelas de cine: las que desertan y las que perseveran en ello y piensan «vamos a balancearlo, vale lo mismo cine y familia» una generación que ya tuvo como ejemplo a María Novaro, a Dana rothberg o a Marisa Systach, entre otras cineastas exitosas.
Entre sus películas indispensables, Carolina Rivas menciona la vietnamita Triciclo (Ahn Hun Trang- 1995), Juana de Arco (Maurice Tourner, 1912) y la obra del dicrector iraní Abbas Kariostami.
De las mexicanas, elige Coca Cola en la Sangre o La Fórmula Secreta (Salvador Gijón 1965) y paga su deuda estética con los cineastas que quedaron en el siglo XX como Alejandro Galindo, Roberto Gavaldón o Ismael Rodríguez.
Y su más reciente descubrimiento fílmico: Japón (2002) ficción documental del mexicano Carlos Reygadas «tiene una mirada muy ingenua pero descubre la forma de mirar las cosas, muy original.»
2003/MR/MEL
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