La libertad de pensamiento y acción y el conocimiento de nuestros derechos permitirá la reflexión sobre la concepción sociocultural masculina y femenina de los roles tradicionales que trae aparejada injusticia y desigualdad, y ese es precisamente el objetivo que se planteó en 2003 la serie radial «Mujeres juntas… cambiando conductas», encaminada a la construcción del género y a propiciar dichos cambios en las comunidades rurales de Teocelo, municipio cafetalero del estado de Veracruz.
La producción de la serie estuvo a cargo de Radio Teocelo (XEYT), que impulsa un proyecto de comunicación hacia la comunidad que sirve desde 1965 y que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), cuenta con 14 mil 913 habitantes. La emisora, desde 1989 bajo la responsabilidad de la Asociación Veracruzana de Comunicadores Populares (AVERCOP), promueve la participación de la ciudadanía, y en particular de las mujeres.
El Abandono, Característica de la Región
Cerca del 40 por ciento de la población vive en pequeñas localidades rurales cercanas a la cabecera municipal. Su actividad económica predominante es la agricultura, con el café como cultivo principal. O al menos así era hasta hace algunos años pues, como señala el presidente de la AVERCOP, Oscar León Esquivel, «originalmente podríamos decir que era población agrícola, cien por ciento cafetalera, pero con la situación actual del café más bien es una región que exporta fuerza de trabajo hacia Estados Unidos y a las grandes ciudades de nuestro país. La gente sobrevive en trabajos como albañilería, comercio ambulante, informal. Hoy el café sólo es para el autoconsumo.»
En algunos lugares ha sido posible cambiar de cultivo, principalmente en la parte baja de la región, pero esa no ha sido la constante. Al desplomarse los precios del café en la región, sus integrantes tuvieron que implementar mecanismos de sobrevivencia, o emigrar en busca de oportunidades. Los jóvenes son los primeros que piensan en irse, hay enganchadores en la región y la contraparte es que hay un número importante de decesos. «La gente regresa, pero sólo a descansar para siempre en su tierra.»
En ese contexto, como pasa en el ámbito nacional, las mujeres se quedan al frente de la familia, de las tierras, de la conducción del hogar, el cuidado de las hijas e hijos y de la salud de las personas mayores. Pero eso no ha cambiado su situación de dependencia ancestral.
El propósito del proyecto «Mujeres juntas… cambiando conductas», es justamente cambiar la concepción sociocultural masculina y femenina de los roles tradicionales, facilitando conocimientos que influyan en la transformación social para que las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos como ciudadanas, para vivir en la justicia y la equidad.
Un Programa no Sólo para Mujeres
Radio Teocelo es la más importante opción informativa y de orientación para una población de 300 mil habitantes de los municipios colindantes de Xico, Coatepec, Cosautlán, Ixhuacán, Ayahualulco, Tlaltetela, Totutla, Huatusco, Emiliano Zapata, Jalcomulco, Acajeme, Banderilla y parte de Jalapa, ciudad capital del estado.
La coordinadora del proyecto «Mujeres juntas… cambiando conductas», auspiciado por el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), Norma Alcántara Chimal, señaló que la programación de Radio Teocelo tenía un programa llamado «La hora de la mujer», que intentó revalorar, aprehender y concientizar la situación de las mujeres. «Estamos hablando de los años 80, donde no sólo aquí en la región sino en el ámbito nacional, había esta efervescencia de la lucha feminista por los derechos de las mujeres.»
En ese contexto, en Teocelo «tratamos de hacer un programa de la mujer, dirigido exclusivamente a la población femenina de campesinas y obreras, con esa visión. Sin embargo, a lo largo de los años se ha reflexionado, y no solamente las mujeres son explotadas sino también las niñas, niños, e incluso nosotras mismas hemos hecho muchas cosas para marginar a las y los ancianos, y en algunas ocasiones a los hombres», por lo que se intentó ir más a fondo, dándole un enfoque distinto que comprendiera a todos los involucrados.
Por ello, como parte del proyecto «Mujeres juntas… cambiando conductas», se produjeron 10 microprogramas que abordan la temática de equidad de género, salud sexual y reproductiva, violencia intrafamiliar, discriminación y trabajo, entre otros temas. Asimismo, también se realizaron cien cápsulas sobre cómo se van creando los roles tradicionales. «Son historias reales de la gente que vive en la región», apunta Alcántara Chimal.
La Resistencia, Presente en las Comunidades
Las reacciones no se hicieron esperar, comenta la coordinadora del proyecto. «Al principio los comentarios de los hombres eran: ‘Ya no pasen estos programas, si no al rato quién me va hacer el bastimento.’ Decían de manera muy airada: ‘Ustedes nomás están alebrestando a las mujeres; quién nos va a servir’.»
«Un señor que vive cerca de la emisora y que golpea mucho a su mujer y sus hijos, nos decía: ‘Bueno, es que ahora ya no les puedo pegar con tanta libertad’. Parece irónico pero así es, es una realidad. Nosotros creemos que esas cosas ya no suceden, pero pasan todo el tiempo.»
Para las mujeres el proyecto les ha permitido tomar conciencia de su situación, principalmente porque, como señaló Lupita, una de las participantes en los 10 microprogramas realizados, «nosotras pensábamos que nada más me pasaba a mí y que a las demás no. Te das cuenta que estas cuestiones que tú ocultas de manera muy secreta es lo más común. Es la forma con que nos educan, o educamos, y que si no lo expresamos o verbalizamos no podemos cambiarlo.»
Por su parte, Eva, otra de las participantes de los microprogramas, consideró que uno de los obstáculos más grandes que enfrentan las mujeres que deciden participar en la vida pública, comunitaria o política es el machismo: «Esta cultura que venimos heredando de padres a hijos, la tradición que dice que la mujer es para la casa y el hombre para la calle, que el hombre es el que provee lo necesario y la mujer nada más en la casa recibiendo.»
Eva, quien ha ocupado puestos públicos y políticos como la regiduría única, aseguró que es importante que las mujeres compartan el poder con los varones, porque el mundo está compuesto de hombres y mujeres, pero hasta ahora sólo ellos han gobernado. Consideró que «para crear la igualdad de circunstancias, de condiciones, no nada más hay que trabajar con las mujeres, sino también con los hombres.»
La encargada del proyecto señaló que tal vez no va a cambiar la situación radicalmente, pero sí va a hacer reflexionar a las mujeres sobre si están cómodas con su papel. El asunto cambia cuando exteriorizan que esa situación no es natural. Con ello, ya se está creando un conflicto, y su posible solución.
Reiteró que el cambio no es radical, «no es de la noche a la mañana, son años y años, pero lo que sí es cierto es que se expresa, y por lo menos cuando se está dando una situación muy particular la pueden detectar, la platican, la comentan, y por lo menos ya son concientes de eso.»
Para la coordinadora del proyecto se cumplió el objetivo de identificar y sensibilizar a la población en general sobre la situación de la población femenina de la región. Se cumplió en la medida de que se habla del tema en la comunidad. «No podríamos decirte tantas expresiones porque no tenemos un parte cuantitativa que nos los diga, y la verdad es que la Asociación carece de estos recursos y de personal para ir a todas las comunidades.» Para las mujeres «es increíble que lo vivimos todos los días y hasta que lo escuchamos y lo vemos reflejados en estos programas, nos damos cuenta y vemos que una conducta que nos parecía para nosotras natural no lo es.»
