La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Asociación Mexicana de Educación Sexual (AMES) hicieron una fuerte crítica a los grupos de ultraderecha que condenan el ejercicio pleno de la sexualidad y satanizan el uso del condón.
La presidenta de AMES, Esther Corona, y el representante del Programa Regional de Vih/Sida de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Rafael Mazín, reprobaron a los grupos conservadores que entienden la prevención como omitir información sobre sexualidad y promover la abstinencia.
Los dos sexólogos participaron hoy en la plenaria «Promoción de la salud sexual: recomendaciones para la acción», como parte de los trabajos del Octavo Congreso Nacional sobre Vih/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, convocado por el Centro Nacional para la Prevención y Control del Vih/Sida (Censida).
Mazín y Corona responsabilizaron a esos grupos de desinformar a la sociedad pues a través del uso del temor y la falacia impiden la toma de decisiones responsables que van más allá del uso del condón, exaltando la culpa y la vergüenza por ejercer algo tan natural como la sexualidad.
Ambos ponentes indicaron que la sexualidad va más allá de las relaciones sexuales, pues también abarca áreas como el erotismo, la afectividad y las relaciones interpersonales.
Cuando se habla de salud sexual, comentaron, siempre se piensa en el cuidado e higiene del aparato reproductor, cuando en realidad incluye todos los conceptos anteriores.
Los especialistas en salud sexual hicieron un llamado a la sociedad para que ésta se responsabilice de su cuerpo, de su toma de decisiones para ejercer su sexualidad de la forma más satisfactoria independientemente de su preferencia sexual y alcanzar un estado de bienestar.
Al referirse a la violencia sexual, en especial hacia las mujeres, señalaron que ésta también impide el goce de la sexualidad pues lejos de provocar placer, indicaron, genera consternación, sufrimiento, vergüenza, orfandad e incluso la muerte y es solapada por la sociedad que no se atreve a denunciarla.
Por ello, instaron a la población a que denuncie este tipo de actos, y señalaron que la violencia sexual es un problema de salud pública.
Los especialistas hicieron una serie de recomendaciones al gobierno federal para tener una sociedad sexualmente saludable, entre ellas asegurar la existencia de servicios para atender la salud sexual de mujeres y hombres, dar una educación sexual integral en todos los niveles y fomentar los derechos humanos.
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