Congreso de NL ignora problema de muerte materna en el estado

En el estado de Nuevo León (NL) al año se registran 2 mil 300 egresos hospitalarios por complicaciones ligadas al aborto, no obstante, el Congreso local podría reformar la Constitución estatal para “proteger la vida desde la fecundación” y con ello limitar aún más el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo.
 
El pasado 28 de mayo la mayoría del Congreso de NL aprobó en primera instancia la “protección a la vida desde la fecundación”, lo que, de acuerdo con organismos nacionales e internacionales y expertas en el tema, tendrá un impacto directo en los derechos sexuales y reproductivos de las neoleonesas, así como en la mortalidad y morbilidad maternas.
 
Fátima Juárez Carcaño, académica de El Colegio de México (Colmex) y experta en salud sexual y reproductiva, advierte que las restricciones legales al aborto “no evitan que suceda”, ya que se orilla a las mujeres a recurrir a prácticas inseguras que implican un riesgo para su salud y su vida, lo que además tiene un severo costo para los servicios sanitarios.
 
En su investigación “Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias” señala que el 36 por ciento de estos abortos resultan en complicaciones que requieren atención médica.
 
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica al aborto inseguro como una de las cuatro principales causas de muerte materna (MM) en el mundo.
 
Si bien NL no se ubica entre las entidades con mayor incidencia de MM (como es el caso de Guerrero, Oaxaca y Chiapas), no está exento de esta problemática.
 
Las cifras del Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais), recientemente difundidas por Ipas-México, lo reflejan. Tan sólo en 2012 se registraron 30 mil 603 egresos hospitalarios por causas maternas en mujeres de 15 a 44 años de edad.
 
En ese año hubo 2 mil 311 egresos hospitalarios por “razones de aborto” en mujeres en el mismo rango de edad, lo que representó el 7 por ciento del total de egresos en 2012.
 
De acuerdo con el Sinais, entre 2002 y 2012 se registraron en NL 167 defunciones maternas, y en ese mismo lapso 23 decesos fueron causados por un aborto. Además del total de MM en ese periodo, el 11.4 por ciento correspondió a mujeres adolescentes, es decir una de cada nueve mujeres que falleció por causas ligadas a la maternidad tenía menos de 20 años de edad.
 
CRIMINALIZACIÓN
 
Actualmente el aborto es considerado un delito en la entidad, y sólo se permite en caso de que la mujer esté en peligro de muerte, grave daño a la salud y en caso de violación, según el artículo 331 del Código Penal local.
 
No obstante, el informe “Omisión e Indiferencia”, del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), refleja que las neolonesas no acceden a las causales permitidas para interrumpir su embarazo.
 
Mediante recursos de transparencia, GIRE demandó conocer cuántos procedimientos de aborto legal se habían autorizado por violación sexual. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) declaró la “inexistencia de información”, mientras que la Secretaría de Salud local reportó “cero autorizaciones”.
 
Tampoco se reportaron casos de aborto por las otras dos causales permitidas en la entidad.
 
En contraste, el Poder Judicial estatal informó que entre 2007 y 2012 sí se realizaron procesos penales por el delito de aborto: dos consignaciones, siete juicios y dos sentencias.
 
Agrupadas en la Alianza Nacional por el Derecho a Decidir (Andar), diversas organizaciones civiles han señalado que una forma de evitar los abortos inseguros y todas sus complicaciones es prevenir el número de embarazos no deseados mediante el acceso a métodos anticonceptivos.
 
NL (donde según el Censo de Población y Vivienda 2010 habitan un millón 683 mil 136 mujeres mayores de 15 años, y de ellas siete de cada 10 han tenido al menos un hijo nacido vivo) no ha garantizado a su población el pleno acceso a anticonceptivos.  
 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, el 92.4 por ciento de las adolescentes nuevoleoneses de 12 a 19 años aseguró conocer algún método anticonceptivo, pero del total de las jóvenes que habían iniciado su vida sexual, el 18 por ciento no utilizó algún método de control natal en su primera relación.
 
Según las Estadísticas de Natalidad, en NL para 2011 el 16.8 por ciento de los nacimientos provino de madres adolescentes, aunque la mayor proporción de los alumbramientos se concentró en las mujeres de 20 a 24 años (26.2 por ciento), y en orden de importancia le siguen las mujeres de 25 a 29 años (25.2 por ciento).
 
La Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (Enadid) encontró que la proporción de mujeres unidas en edad fértil usuarias de anticonceptivos es de 79.2 por ciento, lo que de acuerdo con la encuesta influyó a que la tasa de fecundidad sea de 2.1 hijos por mujer.
 
Activistas y académicas señalan que la población que podría verse más afectada con la aprobación de la iniciativa Provida son las mujeres indígenas.
 
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que en NL habitan cerca de 100 mil personas de origen indígena (la mayoría de ellas inmigraron a la entidad en busca de mejores condiciones de vida), y de ellas, el 52.4 por ciento son mujeres.
 
Siete de cada 10 mujeres indígenas de 15 años y más (67.3 por ciento) son madres; esta situación se da en una de cada cinco adolescentes de 15 a 19 años, y en dos de cada tres jóvenes de 20 a 29 años.
 
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