El conservadurismo de Estados Unidos fue el gran perdedor en la reunión de Pekín + 10, luego de que los Estados miembros rechazaron sus propuesta que pretendían desconocer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, coincidieron en señalar feministas mexicanas.
Al participar en el programa radiofónico Público y Privado, producción de Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC), la directora de Equidad y Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, María Eugenia Romero, sostuvo que la reciente reunión de evaluación en Nueva York, fue un trabajo positivo para las mujeres pero una difícil lucha que se ganó.
Invitada junto con la directora de Afluentes, Gabriela Rodríguez, Romero apuntó que el 49 periodo de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) el gobierno estadounidense pretendió desconocer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, pero la respuesta del resto de los países fue ratificar la Plataforma de Acción, sin enmiendas que detuvieran el avance de las mujeres.
A su vez, Gabriela Rodríguez apuntó que no sólo el gobierno de Estados Unidos apoya a la derecha, al tiempo de acusar a Marta Sahagún de asistir a la sede de la Organización de las Naciones Unidas con su bandera de defensora de los derechos humanos, pero apoyando a las organizaciones de derecha con recursos provenientes de la Fundación Vamos México.
La directora de Afluentes dijo que aún cuando en Latinoamérica es en donde se realiza un mayor número de propuestas para desarrollar programas y se crean más institutos para apoyar a las mujeres, es esta región más influenciada por la religión, en especial, la católica.
Agregó que el Vaticano no realizo comentarios en esta ocasión, sin embargo, los delegados estadounidenses son los voceros de la iglesia. En el caso de México asistieron religiosos vestidos de civiles para tratar de pasar desapercibidos en las discusiones sobre temas centrales para los Acuerdos y la Plataforma de Acción de Pekín y las resoluciones que saldrían del 49 periodo de sesiones de la CSW.
La directora de Afluentes, quien fue representante de las organizaciones sociales de México en Nueva York durante el 49 periodo de sesiones de la CSW en la ONU, señaló que estuvo al pendiente de los temas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos y los relacionados a la pobreza y las mujeres.
Explicó que la propuesta de la delegación oficial mexicana de reconocer el trabajo de las emigrantes se planteó en la resolución de desarrollo económico, ya que según datos del Banco de México el 30 por ciento de las remesas que entran al país provienen de las mujeres, mientas la emigración femenina va en aumento.
2005/SA/SJ
