La iglesia reproduce la misma marginación social y legitima mucho más la exclusión hacia las mujeres a través del lenguaje y la imagen, lo que está marcado por el poder y la dominación masculina, indicó la monja brasileña Ivone Gebara.
De acuerdo con una entrevista publicada en la Revista D, de Prensa Libre, Gebara -quien también se define como teóloga y filósofa feminista- subrayó que las iglesias son en parte responsables de la discriminación hacia la población femenina, ya que el clero siempre es masculino y las mujeres tienen un lugar secundario.
Según la religiosa, las mujeres en el mundo se sienten menos ciudadanas, o ciudadanas de segunda categoría, por la falta de oportunidades que prevalecen en la sociedad y la iglesia; además, la institución, como la sociedad misma, les han vedado el derecho a decir lo que piensan y las han relegado al mundo doméstico, situación que ha ido cambiando al pasar de los años.
Gebara resaltó que la Biblia es el reflejo de la forma en que las mujeres estaban excluidas, ya que fue escrita sólo por hombres porque la mayoría de mujeres eran analfabetas; por esta razón, ellos tenían el poder público y dominaban la organización social.
La monja subrayó que para cambiar la condición de las mujeres en la Iglesia deben reportarse cambios estructurales y culturales con el fin de lograr que las mujeres puedan ocupar cargos de papisas y sacerdotisas, situación que es difícil con el actual Papa, Benedicto XVI.
La religiosa brasileña fue sancionada por el Vaticano, en 1995, con dos años de silencio que pasó en Bruselas, Bélgica; tiempo que utilizó para escribir diversos libros, como Teología a ritmo de mujer, Ecofeminismo y liberación y Rompiendo el silencio.
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