La coordinadora de la Corte Internacional de Mujeres sobre crímenes de guerra con sede en Túnez e India, Corinne Kumar calificó a ese organismo como «una entidad moral y ética que no tiene la fuerza política legal para encarcelar, pero sí para desprestigiar gobiernos».
Según la dirigente, la corte presenta los testimonios de las mujeres y cuenta con voces analíticas que estudian el contexto, «voces de la resistencia integrado por mujeres y hombres si son lo bastante inteligentes».
En su calidad de tribunal, la Corte «realiza vistas públicas, no de justicia para desdibujar el imaginario que tenemos», visibiliza la violencia y promueve cambios en las políticas de los gobiernos, puntualizó Corinne en el marco del Seminario internacional contra la violencia de género ¿amores que matan ¿terrorismo de género o violencia doméstica?. Perspectivas para el nuevo Milenio.
La institución cuenta con una estructura de 20 cortes coordinadas por un secretariado internacional que actúan donde se pide su intervención, solicitud que ya han hecho organizaciones de México, dijo a Cimac, sin precisar más detalles.
Corinne Kumar es una socióloga de origen indio y quien desea que la consideren también como tunicia. Es poeta y política científica.
Asegura que «la violencia contra las mujeres se ha dejado en el ámbito privado pero son un crimen contra la humanidad, se está violando el derecho propio del ser humano».
«Vivimos una época violenta, muchos sueños se tornan pesadilla y el mundo se fragmenta», subrayó en su intervención la defensora de los derechos de la mujer.
En una conferencia con un lenguaje y actitud espiritual, la coordinadora de la Corte Internacional define el nirvana como un estadio de diálogo en el que las mujeres se rebelan.
2004/FC/LR/SM