La ruptura de las estructuras familiares y sociales y la influencia militar que impera en Costa de Marfil impiden que las niñas y los niños tengan acceso a la educación y a servicios médicos, además de que los hacen vulnerables a la violencia, los abusos y el reclutamiento por parte de grupos armados, advirtió hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
«Este conflicto ha tenido impacto en la vida de todos, pero especialmente en la de los más vulnerables: mujeres, niñas y niños», señaló Youssouf Oomar, representante de UNICEF para el país africano, de acuerdo con el Centro de Noticias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La fractura de las estructuras familiares ha forzado a un sinnúmero de menores a valerse por sí mismos, lo que los expone a la violencia y los abusos. Las niñas, sobre todo, son altamente vulnerables a abusos sexuales debido a la falta de legislación y a la mala situación económica que obliga a muchas de ellas a vivir de la prostitución
Así, tres años de enfrentamientos entre el gobierno y los rebeldes han partido en dos a Costa de Marfil. En este marco, «los derechos de la niñez no se han respetado», agregó Oomar, quien explicó que la lenta implementación del proceso de paz auspiciado por la ONU y la Unión Africana aún es causa de preocupación.
Debido a la división del país, el sistema educativo se ha trastocado y se estima que hay 700 mil niñas y niños fuera de la escuela. Además, 60 mil menores permanecen atrapados en un limbo educativo debido a la suspensión de exámenes nacionales en el norte del país. También han sido afectadas las instalaciones de salud, en particular en la región norte, lo que pone en riesgo la vida de infantes.
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