En medio de las declaraciones vertidas por la secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Irene Khan, en el sentido de que los crímenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, «son síntomas de una epidemia de violencia contra las mujeres alrededor del mundo», la catedrática española Teresa Freixes advierte que el problema de la violencia de género es tan complejo «que va a costar erradicarlo por completo».
Más aún, establece: «Los crímenes que tienen lugar en la ciudad fronteriza van más allá de ser un simple problema relacionado con homicidios individuales, pues por la intensidad y la manera continuada en el tiempo en que se suceden tiene que haber implicaciones de bandas organizadas u otro tipo de cuestiones».
Y es que para la Mujer Europa 2004 por su contribución a la Constitución europea y a la igualdad de género, quien arribó a nuestro país para impartir el Taller Género y Derecho, realizado en el Senado de la República, el «feminicidio» de la ciudad fronteriza no es un asunto menor; por el contrario la saña con la que se cometen los crímenes hacia las mujeres debiera provocar una «sacudida tal a la conciencia social» capaz de movilizar a todas las partes involucradas en una solución conjunta que erradique por completo este flagelo.
-¿Cómo se observa desde Europa, particularmente en España, la situación de feminicidio en México? –se le cuestiona.
-Muy preocupante, porque que esto tenga lugar con tanta intensidad y además de una manera continuada en el tiempo, indica que las medidas que se toman no son suficientes y que es necesario actuar con mayor decisión y con medidas más adecuadas para que esto termine porque, repito, esto es realmente muy preocupante.
A su juicio, no basta únicamente con que un gobierno manifieste voluntad política en la solución de un problema, sino que se requiere que todas las personas responsables de resolver estos casos se involucren como jueces, policías, agentes especializados, gobiernos federal y local, entre otros. Contundente asegura:
«Tiene que haber una actuación realmente muy decidida, yo supongo que el problema es muy complejo, que no es cuestión de homicidios individuales, que tiene que haber implicaciones de bandas organizadas u otro tipo de cuestiones, pero a grandes males, grandes remedios, por lo tanto habría que tomar medidas bien contundentes que permitieran esclarecer estas situaciones y por qué tienen lugar; que se identifiquen a los autores y se apliquen las medidas penales correspondientes».
¿FEMINICIDIO O GENOCIDIO?
Invitada por la Comisión Especial para dar Seguimiento al Avance de las Investigaciones en Torno al Caso de los Homicidios de Mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, que encabeza la senadora Lucero Saldaña, Freixes reflexiona sobre si el feminicidio debe ser tipificado como genocidio debido al elevado número de muertes y desapariciones de jóvenes mexicanas, como en su oportunidad lo sugirió a principios de marzo pasado su compatriota, la secretaria de Políticas de Igualdad de España, Soledad Murillo.
«En mi opinión el término genocidio ya está tipificado desde hace mucho tiempo para otros supuestos, es la exterminación de un grupo nacional por cuestiones de etnia, raza y religión. No se si cabría en este caso el tema de los asesinatos, creo que es otra cosa distinta».
Para la miembro de Juristas Sin Fronteras y de la Asociación Europea de Mujeres Juristas, la primera vez que escuchó el concepto feminicidio fue en relación con la situación de México, particularmente en Ciudad Juárez, donde en la última década se han sucedido más de 400 crímenes, además de un gran número de desaparecidas, según organizaciones no gubernamentales.
«Claro es un neologismo; (feminicidio) es una palabra nueva, habrá que ver si jurídicamente se admite; pero, bueno, como ya las normas comunitarias lo han avalado, entonces no sé, podría ser que sí, pero tendría que haber un contexto entre los juristas y los legisladores para llegar a este término.
«Lo que importa es que la conducta se regule. Como le llamemos ya es una cosa aparte, no nos entretengamos a veces aquello de que los árboles no nos dejen ver el bosque.
Por lo tanto si se puede tipificar así, pues es bastante explicativo; si no, buscar la manera de cómo regularlo. A mí me parece también que tenemos que ser prácticos en estas cuestiones».
-¿México debiera solicitar ayuda internacional?
-Más bien debería haber mayor decisión de las autoridades al respecto o de autoridades de otros países, por ejemplo del sur de Estados Unidos, ya que este problema se focaliza hacia el norte de México. Tal vez de cooperación, pero ello es un caso que corresponde únicamente a cada nación solicitarlo, si es que así lo decide.
Lo que deja claro es que una vez que se cuenta con las evidencias y se tienen las pruebas contundentes, se debe garantizar justicia para las víctimas y sus familiares, porque lo que no se puede hacer es identificar a los responsables y dejarlos libres.
«Eso es un tema de tratamiento penal, cuando hay un homicidio hay que buscar al culpable y aplicar el código penal».
Durante la entrevista con Cimacnoticias, María Teresa Freixes hace una pausa para reflexionar sobre el grave problema de la violencia que en general está detrás de los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez, pues va más allá de ser un concepto para convertirse en un problema social grave en cualquier parte del mundo donde se presente.
Y una forma de contrarrestar ese flagelo –agrega-, lo constituyen precisamente las leyes; «éstas tienen que estar, eso es evidente, pero el problema de la violencia tiene unas fases culturales que hay que atacarlas y por lo tanto, va a costar erradicarla por completo. Eso significa que hay que actuar con programas bien establecidos desde la escuela, los barrios, conjunto de las organizaciones sociales, porque sólo con el derecho no podremos dar una respuesta total a las cosas. Se necesita que la sociedad acompañe, que participe. Tiene que ir todo unido, la legislación por un lado y la sociedad por otro».
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