En nuestro país la obesidad en mujeres de 12 a 49 años se incrementó 20 por ciento, al pasar de 35.1 por ciento en 1988 a 52.5 en 1999, alertó Raquel Socorro Guillén, científica de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante su participación en los trabajos del V Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Género que se realiza en la UNAM, la investigadora aseguró que 95 por ciento de las personas que acudieron de 1988 a 1999 a consulta por problemas relacionados con la obesidad fueron mujeres, en su mayoría amas de casa.
Hoy por hoy, explicó la responsable de un estudio sobre la percepción de la obesidad en mujeres, el tener un cuerpo acorde con los cánones culturales, es decir una figura delgada considerada como «ideal», conlleva a la frustración e inseguridad cuando no se cumple.
Estas frustraciones derivan en sentimientos de culpa y de rechazo hacia el cuerpo, al grado de sentirse insatisfechas y avergonzadas por su fisonomía.
Las áreas más comunes en donde las mujeres expresaron sentir la obesidad fueron en brazos, muslos, senos, abdomen y glúteos, incluso algunas de las entrevistadas respondieron: «debajo de la cintura o donde debe ir la cintura, ya ni sé hasta dónde».
Entre las mujeres obesas, refirió Guillén, existe un sentimiento de rechazo, crítica y una preocupación constante por las dietas y por bajar de peso.
«A las obesas les preocupa la opinión de los otros, ser aceptadas, seguir comiendo cuando lo consideren necesario, pero siempre preocupadas por su peso, su autopercepción que se refleja en modo de vestir y de comportarse en lugares públicos escondiendo su exceso de peso», agregó la especialista.
Por ser la obesidad objeto de crítica, las mujeres se sienten incómodas, avergonzadas e incapacitadas para realizar algunas actividades. » Lo que quiere la mujer obesa es ser aceptada y querida».
Alrededor de 40 por ciento de las entrevistadas atribuyeron las causas de su obesidad al exceso en la ingesta de alimentos, 15 por ciento refiere malos hábitos alimentarios y 14 por ciento culpa al sedentarismo. Además, refirieron que durante su infancia y adolescencia también fueron obesas.
Para la investigadora, 95 por ciento de los casos se deben a trastornos alimenticios, en tanto que el restante cinco por ciento a problemas del metabolismo.
La investigadora indicó que actualmente existen 31 millones de adultos obesos en nuestro país, de los cuales, cinco millones podrían convertirse en pacientes diabéticos en los próximos cinco años.
La obesidad ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la enfermedad epidémica del siglo XXI. Según estimaciones de este organismo, por primera vez en la historia el número de personas obesas supera el número de quienes padecen hambre, que se estima son mil 200 millones.
La investigación de Guillén tuvo como propósito conocer la percepción que tienen las mujeres obesas de su enfermedad y de sí mismas.
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