Además de provocar la contaminación del maíz, las importaciones de transgénicos afectan el desarrollo del campo mexicano, lo cual ha repercutido en su abandono y una mayor pobreza, aseguró el presidente de Greenpeace en México, Alejandro Calvillo Unna.
En entrevista con Cimacnoticias, el ambientalista responsabilizó de «esa grave situación» a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem).
De acuerdo con Calvillo Unna, la Cibiogem, que encabeza Víctor Villalobos, no ha trabajado para promover la bioseguridad, pero sí ha estado al servicio de las empresas y corporaciones que promueven los transgénicos, por ello es el responsable de que en este momento México, el principal centro de origen de un cultivo, se encuentre contaminado por transgénicos.
Aseguró que Villalobos no ha hecho nada para detener esa situación, lo que hace pensar que está al servicio de esas corporaciones, pues de lo contrario afectaría sus intereses. Recordó que de las 100 economías más importantes, al menos 51 son grandes corporativos, quienes no sólo dominan aspectos financieros sino también políticos.
TLCAN, EQUIVALENTE A POBREZA
Calvillo Unna sostuvo que antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) nuestro país era autosuficiente en la producción de maíz, pero ahora requiere importar casi 20 por ciento de lo que consume, por lo que «al menos la agricultura no debió entrar en ese tratado comercial».
La falta de mecanismos para competir con productores de Estados Unidos y Canadá ha provocado una seria crisis en el campo mexicano, generando la emigración y el abandono de las tierras.
Dijo que el maíz transgénico se importa a un precio 20 por ciento menor que el costo del nacional, lo cual se debe a los altos subsidios que el gobierno estadounidense otorga a los agricultores, mismos que no existen en México.
«El gobierno mexicano sigue vendiendo nuestro país a Estados Unidos, y se siguen agudizando los problemas sociales y económicos», advirtió el presidente de Greenpeace México.
Entrevistado en el marco del Simposio Maíz y Biodiversidad de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) del TLCAN, Calvillo Unna dijo que las autoridades mexicanas guardaron silencio frente a la denuncia de contaminación de maíz por transgénicos presentada por las comunidades de Oaxaca.
Tanto la Cibiogem como la Sagarpa, añadió, guardaron silencio durante 14 meses y negaron a los mexicanos los resultados de un estudio que revelaba la existencia de contaminación con trasgénicos.
Afortunadamente, existe una corriente fuerte en términos de defensa de la biodiversidad en Oaxaca como centro de origen de uno de los cuatro principales granos de la alimentación de las personas, comentó el ambientalista.
Por otro lado, el Senado de la República envío a la Cámara de Diputados una iniciativa que promueve los transgénicos, sin embargo, existen las condiciones necesarias para reformar esta propuesta y «voltearla» hacia una de bioseguridad, lo que podría ocurrir en los próximos meses.
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