Teresa Acevedo Almanza, dirigente de la organización México Nos Une AC, integrada por aproximadamente mil 700 personas, 80 por ciento de ellas mujeres, comerciantes ambulantes y tianguistas en el Distrito Federal y zona conurbana, informó que este sector se ha visto muy afectado por la crisis económica.
Las mujeres, dijo, recurren más a este tipo de empleo porque les permite tener un horario flexible para atender a sus hijos y mencionó además que muchas de las comerciantes en su organización son madres solteras, que tienen entre 2 y 3 hijos.
Su organización, junto con las otras que integran la Alianza Mexicana de Organizaciones Sociales (AMOS), que agrupa organizaciones de transportistas, comerciantes fijos y ambulantes, boleros, carretilleros y diableros, solicitó hoy al Gobierno del Distrito Federal, en conferencia de prensa, el cumplimiento de las demandas del pliego petitorio que le fue entregado hace un año.
Entre las organizaciones que conforman la AMOS, además de México Nos Une AC, están el Movimiento Revolucionario Ricardo Flores Magón, Transportes Unidos Mexicanos AC (TUMAC) y el Frente Popular Francisco Villa entre otros, quienes dijeron que están dispuestos a realizar manifestaciones en caso de que sus demandas más apremiantes no sean atendidas a la brevedad, pues afectan a alrededor de sus 50 mil agremiados.
Acevedo dijo que hace un año presentaron una petición para la construcción de un corredor comercial y la incorporación al programa de reordenamiento del comercio en vía pública, para las 40 familias indígenas artesanas que se asientan en San Lorenzo, sobre la avenida Tláhuac, pero a la fecha no han obtenido respuesta.
Así mismo, mencionó el problema en la zona de Tepalcates en Iztapalapa, donde en octubre del año pasado se suscitó un enfrentamiento entre grupos de comerciantes y falleció una persona, y afirma que las autoridades no han hecho nada al respecto, «por el contrario, protegen a los responsables».
El programa de reordenamiento del comercio en la vía pública, aseguró Acevedo, no es un programa funcional, pues les «ponen muchos candados». El otorgamiento de permisos es sólo para comerciantes con una antigüedad previa a 1997, pero es muy difícil comprobar la antigüedad pues los comerciantes ambulantes no cuentan con ningún tipo de documento «a veces comprobamos con testimoniales pero no siempre lo admiten», dijo.
Mencionó además que la reubicación de los ambulantes en las plazas los ha afectado pues «no se vende como antes», las ventas han bajado más de un 20 por ciento, y aunque reconoce que sus condiciones de trabajo son mejores, sus ingresos no se han visto beneficiados.
«Básicamente lo que necesitamos es que nos dejen trabajar, no pedimos que nos regalen nada, sólo que nos dejen trabajar, incluso las madres solteras dicen ‘yo no quiero que me den una beca, a mi déjenme trabajar’ porque hay veces que llegan, nos levantan y ya no nos dejan trabajar. Se llevan mis cosas y ¿qué hago después?, tengo que ir a pagar una multa, y regresar y luego ya no me dejan instalarme», comentó.
Subrayó que si ellos se encuentran en el comercio informal es por que no tienen otra opción de empleo, y si la tienen «el sueldo es muy poquito, ésta es la única forma que tenemos para sobrevivir. En la calle ganamos dos o hasta tres salarios mínimos cuando la venta está muy buena».
De acuerdo con datos del INEGI, al primer trimestre del 2009 el 29.18 por ciento de las mujeres económicamente activas trabajaban en el sector informal, mientras que en el mismo trimestre del año pasado, la tasa era de 28.1 por ciento.
La cantidad de mujeres que laboran en el comercio informal se ha acrecentado, debido al aumento en el desempleo y a los salarios bajos de las empresas, «nosotras llevamos al hogar muchísimo más que nuestros esposos, por que en los trabajos en las empresas el sueldo es muy bajo» comentó Acevedo.
Respecto a la situación de las mujeres que trabajan en los tianguis o en el comercio ambulante, Teresa Acevedo comentó que «como mujeres comerciantes tenemos que lavar, planchar, hacer de comer, y llevar la comida preparada para poder atender a nuestros hijos en nuestros espacios de trabajo, el trabajo se nos multiplica, y además estamos sufriendo las inclemencias del tiempo».
Menciona además que la crisis económica y la contingencia sanitaria por la epidemia de influenza han afectado las ventas en este sector de manera considerable, «hay un desplome de ventas, entre uno y otro nos compramos, o cambalacheamos algunas cosas para ayudarnos, cuando uno recorre las zonas de trabajo si hay gente pero no compra».
VIVIENDA
En la conferencia participó también Elí Homero Aguilar, dirigente del Frente Popular Francisco Villa, quien dijo que hace un año solicitaron financiamiento para la construcción de viviendas para los agremiados de la AMSO, al Instituto de Vivienda del Distrito Federal, pero la respuesta del director del Instituto, José Antonio Revah Lacouture, fue que los recursos ya estaban comprometidos para éste año y para el siguiente.
Esta situación afecta a muchas familias, no sólo de los agremiados de la AMSO, pues «el Instituto de Vivienda, tiene una capacidad de sólo 3 mil 500 viviendas al año, la demanda está rebasando al Instituto», dijo Aguilar, lo que genera que esta demanda quede a merced de las inmobiliarias, en donde el costo de la vivienda es muy alto.
La AMSO informará en los próximos días las medidas a tomar, en caso de que las autoridades del GDF no tomen cartas en el asunto para resolver sus demandas, y denunció que «los funcionaron utilizan sus cargos públicos para generar ganancias políticas a través del clientelismo, además de la segregación y violencia en contra de quienes no somos incondicionales de sus tribus o no servimos para sus fines políticos inmediatos».
09/AG/GG
