La historia real de un hombre cubano atrapado en un cuerpo de mujer, uno de tantos casos que se dan a diario en cualquier país, acompaña una propuesta de estrategia nacional para la atención integral en Cuba de transexuales, travestis y otras personas con trastornos de identidad de género.
La iniciativa del gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) incluye acciones en los sectores de salud pública, educación, empleo, comunicación social, justicia y orden interior y, en la actual fase de consulta, cuenta con el apoyo de la máxima dirección del gobernante Partido Comunista, reporta la agencia Inter Press Service.
«Las personas, cuando no son nombradas ni en la política ni en la ley, no existen; quedan, de alguna manera, excluidas y desprotegidas», afirmó la sexóloga Mariela Castro, directora del Cenesex, quien presentó en diciembre el proyecto ante dos comisiones permanentes de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral).
La idea surgió y comenzó a trabajarse aceleradamente en 2004, a raíz de una reunión de la dirección del Cenesex con un grupo de transexuales y travestis que recibían algún tipo de atención en ese centro.
«La estrategia contempla no sólo los aspectos inherentes a la salud pública, sino también la responsabilidad que tiene toda la sociedad de facilitar la integración y el respeto a la dignidad de las personas con trastornos de la identidad de género», afirmó Castro.
En ese camino se inscribe un proyecto de ley que establece el derecho de toda persona diagnosticada con un trastorno de identidad de género a cambiar su documentación legal, desde el acta de nacimiento hasta el pasaporte, y que además tenga derecho a la operación respectiva de adecuación sexual.
El Cenesex propone preparar al personal del sistema de educación para evitar las situaciones de rechazo que se dan desde la infancia en las aulas, y coordinarse con el Ministerio de Trabajo y de Seguridad Social para facilitar el empleo de estas personas con el aspecto físico que corresponda a su identidad de género.
El Centro también trabajará con la no gubernamental Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en acciones de sensibilización que contrarresten el rechazo a la diversidad sexual en las comunidades rurales, mismo que suele provocar el éxodo de muchas personas del campo a las ciudades.
Travestis y transexuales describieron el sentimiento de rechazo social que experimentan, el cual se extiende incluso a la comunidad homosexual cubana. El desconocimiento y la falta de información sobre los trastornos de la identidad de género suelen esconderse tras esas reacciones, según fuentes especializadas.
A diferencia de países como Brasil, donde en 2001 se reportaron 41 travestis asesinados, en esta nación isleña apenas se dan casos de violencia extrema contra personas con trastornos de identidad de género. Sin embargo, es usual que abandonen los estudios muy temprano, que no encuentren empleo y se vinculen a los sectores más marginales.
«Me gustaría vivir como soy, sin que me estén señalando, aborreciendo o rechazando. Sentirme completamente mujer, no vivir más a pedacitos, no conformarme más con la imagen. Sentir que verdaderamente soy una mujer», afirmó Cristal, promotora voluntaria de salud en Pinar del Río, a 140 kilómetros de La Habana.
La nueva estrategia nacional, en consultas desde 2004, va por la versión número once y seguirá conciliándose con diferentes organismos hasta su presentación a todas las comisiones permanentes del parlamento, en el periodo ordinario de sesiones de mediados de 2006.
Tras la presentación ante las comisiones para la atención a la infancia, la juventud y la igualdad de derechos de la mujer y la de educación, cultura, ciencia, tecnología y medio ambiente, el Cenesex recibió la petición de entregar una información detallada a cada diputado.
La institución científica surgió en 1989 como resultado del desarrollo alcanzado por el Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual creado en 1972 por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), una organización no gubernamental a la cual pertenece la mayoría de las mujeres cubanas mayores de 14 años.
Integrada por especialistas en diferentes áreas, la entidad funciona de manera adjunta a la comisión permanente del parlamento para la atención a la infancia, la juventud y la igualdad de derechos de la mujer, con el propósito de implementar el Programa Nacional de Educación Sexual y brindar información científica para la conformación de políticas.
De acuerdo con Castro, el cambio de los documentos de identidad, que podría parecer uno de los aspectos más difíciles, se ha estado haciendo en los últimos años a pedido del Cenesex y también por decisión de tribunales municipales y provinciales, a pesar de no existir una ley explícita al respecto.
Una sentencia del Tribunal Municipal Popular de Artemisa declaró «con lugar», el 9 de septiembre de 2003, la demanda de modificar la inscripción de nacimiento y de identidad masculina a la femenina de un cubano que se sometió a una operación de cambio de sexo en Estados Unidos.
Por el mismo proceso y con igual resultado pasaron otras tres personas operadas en el extranjero, confirmó Castro.
«Desde el inicio del trabajo en esta dirección en 1979, 74 personas han solicitado atención; de ellas, 25 han sido diagnosticadas y esperan su oportunidad de operarse. Del total, 13 han cambiado su nombre en los registros de identidad y otras 12 están en proceso», aseguró la directora del Cenesex.
En Cuba se realizó una operación de adecuación sexual de hombre a mujer en 1989, sin costo para la beneficiada. Con los mismos términos, los transexuales diagnosticados reciben tratamiento hormonal gratuito en el Instituto Nacional de Endocrinología del Ministerio de Salud Pública.
Estas medidas deben acompañarse de una estrategia de comunicación social que contribuya a la comprensión y el respeto de la comunidad hacia las personas con trastornos en la identidad de género. «No se puede lograr nada desde la ignorancia y el desconocimiento», opinó Castro.
06/DA/YT
