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Cuestiona estudio estereotipos sobre la violencia familiar

Por María de la Luz González

Mujeres y hombres del Distrito Federal comienzan a manifestar su rechazo a minimizar la violencia intrafamiliar y, sobre todo, a seguir reproduciendo la idea de que las mujeres son responsables de los agresiones que reciben o de que deben soportarlas por conservar su matrimonio o por sus hijos.

Una investigación realizada por Julia del Carmen Chávez Carapia, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, indica que las mujeres y hombres de la capital rechazan la violencia intrafamiliar expresada en frases como «las mujeres no sirven para nada», «las mujeres que son golpeadas se lo han buscado» o «los hombres violentos no saben controlarse».

Los resultados preliminares del estudio Representaciones sociales de la violencia familiar, establecen que hay una tendencia de rechazo hacia las frases que justifican la violencia o asignan un papel de subordinación a la mujer.

Sin embargo, todavía prevalece una aceptación hacia ideas como las de que «las mujeres tienen miedo de quedarse solas» o «la mujer está para escoger, no para que la escojan», que siguen siendo barreras por las que una mujer no puede romper un ciclo de violencia familiar.

El estudio también confirmó que la violencia es un fenómeno conocido al interior de las familias, pero silenciado por temor (84.7 por ciento de acuerdo) y por pena (64.5 por ciento), además de que las mujeres que la sufren son aisladas de sus conocidos (48.6 por ciento de las veces).

«Lo que dejan ver estos resultados es que el hecho de que las mujeres que viven violencia al interior de la familia es una situación conocida por un porcentaje importante de los entrevistados, y… que no sólo es la pena el impedimento para hacer frente a las situaciones de violencia, sino una combinación de factores donde está implicado el miedo que llegan a sentir las mujeres», destaca la investigadora.

La investigación se realizó entre 516 personas de 14 a 68 años y más, de las cuales 91.5 por ciento fueron mujeres y 8.5 hombres, que admitieron vivir una situación de violencia o que, sin admitirlo, asisten a programas institucionales relacionados, en las Unidades de Atención del Instituto Nacional de las Mujeres del Distrito Federal.

Del total de encuestados, 75.2 por ciento eran mayores de 20 y menores de 50 años, con escolaridad predominantemente de primaria y secundaria. Los entrevistados expresaron su opinión en torno a 46 frases estereotipadas que durante siglos han marcado las relaciones al interior de las familias, reconociendo al hombre la responsabilidad de la toma de decisiones y asignando a la mujer el papel de su subordinada.

La investigación confirmó una constante presente en las situaciones de violencia, la del arrepentimiento del agresor, que perpetúa el ciclo después de la agresión, pues más de 50 por ciento de los entrevistados estuvieron de acuerdo con la frase «los hombres se arrepienten después de agredir a sus esposas».

También confirmó la aceptación de una idea común difundida en torno a la violencia, la que indica que «los hombres violentos no saben cómo controlarse», con la cual estuvieron de acuerdo 68.5 por ciento de los entrevistados.

Ese resultado, precisa la investigación, justifica la violencia que llegan a ejercer los hombres «en la lógica de que no es posible controlarla».

La investigadora encontró cambios que muestran una tendencia mayoritaria de rechazo hacia expresiones como «Quien manda en la casa es el hombre», con 82 por ciento de desacuerdo; «Las mujeres tienen que hacer lo que los hombres quieran», con 90.3 por ciento, «El matrimonio es para siempre», con un 50 por ciento y «Las mujeres son culpables de no mantener el matrimonio», con 90.5 por ciento de desacuerdo.

La frase «Si las mujeres se quedan solas es porque no fueron buenas esposas», generó un 88.2 por ciento de desacuerdo entre los entrevistados y, de acuerdo con la investigadora estas tendencias reflejan un cambio en la creencia de que las mujeres necesitan un esposo para estar bien, idea que cuando es aceptada se convierte en una limitante para enfrentar las situaciones de violencia.

Sin embargo, la investigación detectó que los hijos siguen siendo un factor por el que las mujeres soportan situaciones de violencia, pues 50.9 por ciento de los encuestados se manifestó de acuerdo con la frase «Las mujeres aguantan todo por sus hijos», que guarda cercanía con las respuestas a la frase «Las mujeres tienen miedo de decir lo que piensan», la cual arrojó un 60 por ciento de acuerdo.

Sobre este tema, Chávez Carapia detectó una importante tendencia de rechazo a minimizar la violencia y, sobre todo, a seguir reproduciendo la idea de que las mujeres son responsables de los golpes que reciben, en las respuestas a las frases «Las mujeres que son golpeadas se lo han buscado», que generó un 93.7 por ciento de desacuerdo, y «Las mujeres dejan que los hombres les peguen», que arrojó 50 por ciento de desacuerdo.

05/LG/GM

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