Integrantes de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados analizan citar a comparecer al secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, a fin de que de a conocer de dónde saldrán los recursos y cómo funcionará el nuevo «Seguro Médico para una Nueva Generación», que arrancó Felipe Calderón el pasado 8 de enero.
Miguel Ángel Navarro, presidente de dicha comisión, indicó que el funcionario deberá explicar de qué forma se ofrecerá este programa, que empezó a operar de manera oficial para las y los niños que nazcan a partir del 1 de diciembre del 2006 y que no tengan afiliación al IMSS y al ISSSTE, mismos que serán afiliados al Seguro Popular.
El diputado perredista comentó que también se podría llamar a comparecer a los titulares del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), toda vez que el programa prevé que sea a través de estos institutos que se brinde atención a todos aquellos infantes afiliados a este nuevo seguro.
Indicó que Córdova Villalobos deberá precisar el origen de los recursos para sostener este programa, para descartar que se pretenda destinar recursos de otras dependencias.
Navarro Quintero consideró que este programa es discriminatorio, pues sólo considera a menores que nacieron a partir de este año, haciendo a un lado al resto de las y los niños del país.
El perredista Neftalí Garzón Contreras y el priista Samuel Aguilar Solís, secretarios de esta comisión, coincidieron en que es necesario citar a comparecer a los responsables de los institutos de seguridad social, toda vez que prevalece la confusión en torno a la operatividad del programa.
Garzón Contreras señaló que, a través del Seguro Médico para una Nueva Generación, se atenderá a cerca de 400 mil niños y se supone que el gasto que genere el mismo se cubrirá mediante el subsidio de tres mil millones de pesos que Calderón destinó al Seguro Popular.
No obstante, advirtió que las instituciones de seguridad social estarán saturadas, ya que están en crisis por la falta de de infraestructura, médicos e instrumental.
En ese sentido, consideró que tal vez instituciones privadas podrían atender a las y los niños con cargo a la Secretaría de Salud, lo que significaría una privatización «velada» de los servicios de salud.
Para Aguilar Solís no está claro el manejo del nuevo seguro ni el costo que representa para el IMSS y el ISSSTE, los cuales atraviesan por severos problemas de financiamiento.
Recordó que el ISSSTE cerró en 2006 con un déficit de seis mil millones de pesos y para 2007 se estima que será de ocho mil millones.
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