Diputadas que integran la Comisión de Asuntos de la Mujer presidieron ayer la primera reunión de análisis de la reforma electoral bajo perspectiva de género, en donde se reconoció a 61 ciudadanos y ciudadanas que participaron en dicho avance legislativo.
La diputada Patricia Patiño Fierro, secretaria de la Comisión Permanente de la 57 Legislatura, expresó que los esfuerzos por alcanzar la equidad de género en los espacios de participación política datan de décadas atrás, destacó Infogénero.
La funcionaria precisó que, en 1995, la Secretaría de Gobernación convocó a un foro nacional sobre la participación de la mujer en la vida pública. Así, en Sonora se impulsó un ejercicio de consulta y la integración de un frente amplio y plural representantivo de todo el estado.
Dicho frente perseguía dos objetivos fundamentales: la reforma electoral con acciones que permitieran el acceso de mujeres a cargos de elección popular, y la creación del Instituto Sonorense de la Mujer.
Patiño Fierro recordó que 1996 se estableció en la Ley Electoral un artículo que señala la obligatoriedad de que ningún partido político postule más de 20 por ciento de candidatos de un solo sexo, es decir, el piso y techo conocido como 20/80.
Al término de la 56 Legislatura, la Ley 151 estaba lista para su publicación, pero quedó inconcluso el proceso de publicación en el Diario Oficial. En el 2003, al tomar protesta el nuevo Ejecutivo y el Legislativo, grupos de mujeres retomaron el tema; la ley se publicó y se elevó a rango constitucional la paridad y la alternancia de género en la selección de candidatos y candidatas a cargos de elección popular mediante el método de prelación.
«La reforma electoral que recientemente aprobamos ubica la selección de plurinominales para los últimos lugares, lo que vulnera la famosa paridad de género lograda. Aun así, creo que debemos reconocer los peldaños para hacer de éstos nuevos pisos en la construcción de la equidad de género en nuestro estado», indicó.
Enseguida inició su exposición el doctor Miguel Ángel Carbonell, quien afirmó que las cuotas o espacios de participación que garantiza la Ley 151 a las mujeres de Sonora son motivo de optimismo, pero no razón para bajar la guardia.
«Las cuotas son un instrumento para mejorar la participación política de la mujer», insistió Carbonell, y resaltó que el Código Electoral para el Estado de Sonora, publicado en junio pasado, representa indiscutibles avances en materia de equidad de género.
Un ejemplo son el artículo 104, que establece la paridad y la alternancia de género en la integración del Consejo Estatal Electoral, y el artículo 310, que establece condiciones similares en el Tribunal Estatal Electoral y de Transparencia Informativa.
El doctor Carbonell advirtió a legisladoras, legisladores y asistentes al encuentro que el sistema de cuotas que prevé el Código Electoral puede incidir en otras esferas, como la creación de una ley estatal contra la discriminación o su aplicación dentro del servicio civil de carrera.
Rechazó los ataques contra las diputaciones plurinominales, pues señaló que este método es el que emplean las democracias más consolidadas, y que si se acompaña de la democratización real de los partidos políticos evita designaciones de candidatos por amiguismo o decisiones copulares.
Enseguida, se entregaron los reconocimientos a 61 ciudadanos y ciudadanas que participaron activamente en la reforma electoral.
En su mensaje de clausura, la diputada Angélica María Payán, presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer, dijo compartir el entusiasmo de la lucha por la defensa de los derechos políticos de las mujeres y recordó que, en la década de los años veinte, Felipe Carrillo Puerto dijo que el Estado estaría incompleto y limitado si les negara los derechos políticos.
Asimismo, sostuvo que la unión de las mujeres, aun en la diversidad, ha contribuido a humanizar a los partidos políticos, y que sus principales actoras son ejemplo de fortaleza y comprensión.
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