En Oaxaca las mujeres son más propensas a intentar quitarse la vida pero son los hombres quienes más lo logran. En lo que va del año se han registrado 35 suicidios, diez de los cuales corresponden a mujeres.
El caso más reciente es el de una adolescente de 14 años.
La madrugada era fría. Somnolienta y a tientas Gabriela buscó a su hija en el otro extremo de la cama pero no la encontró. En la pequeña casa construida con láminas en el baño la luz estaba encendida y ahí Mariela sin vida.
Hace tres meses la adolescente había amenazado a su madre con suicidarse si no la dejaba irse con su novio, Julio César, seis años mayor que ella. La señora Gabriela prefirió verla vivir y permitió que se fuera.
Al poco tiempo Julio César fue detenido por robo e ingresó a la penitenciaria de Santa María Ixcotel; Mariela burló las pocas medidas de seguridad y vivió ahí diez días.
Los golpes que le dio Julio César hicieron que los celadores notaran la presencia de la adolescente.
Los directivos llamaron a su madre pero Mariela prefirió vivir con la abuela de Julio César; la señora Gabriela no desistió y logró que su hija volviera a casa, en el barrio El Coquito, en San Juan Chapultepec, donde la pobreza abunda.
De vuelta a su casa Mariela manifestó sus intenciones de matarse, así lo hizo, en el baño, después de que su madre y sus tres hermanos se fueron a dormir. No fue necesario dejar una nota, su madre tiene claro el motivo.
LAS CAUSAS
Violencia familiar, familias disfuncionales o con problemas, escasos recursos económicos, falta de motivación, marginación o cuestiones emocionales ligadas a la pareja son las principales razones que la responsable estatal del Programa de Salud Mental de la Secretaría de Salud, Patricia Ramírez Almaza, enlista al hablar de las causas del suicidio.
Los factores socio culturales intervienen para que las mujeres utilicen métodos menos agresivos como armas punzocortantes o de fuego, tirarse de un edificio o ahorcarse, «cuando lo hacen es que están decididas», de otra forma es sólo una alerta, «intentan llamar la atención», explica la especialista.
Eso lo sabe bien Olga, quien a sus 29 años recuerda cómo hace una década tragó 15 pastillas –principalmente analgésicos– porque se sentía sola y rechazada del mundo.
«Si hubiera querido (suicidarme) me hubiera tomado otra cosa, en parte era chantaje, cuchillos había, pero pensé ‘qué tal si no me encuentran pronto, me desangro y me muero’, mejor dije: ‘pastillas y me duermo», recuerda la joven.
«Es como una red de factores de riesgos que propicia que a los jóvenes no les interese seguir viviendo. Muchos de los suicidios se están presentando en edad productiva o en jóvenes en etapa de estudio. Está muy relacionado con los grados de desatención o falta de comunicación con el entorno familiar», explica Patricia Ramírez.
LOS MÉTODOS
En el 90 por ciento de los 35 suicidios registrados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en lo que va del año, la asfixia por ahorcamiento es el método más utilizado, disparos con arma de fuego o intoxicación por envenenamiento son los menos.
En el 2005, la cifra de suicidios en Oaxaca alcanzó los 148, en el 2006 bajó a 90 y en 2007 disminuyó a 82.
Aunque parece haber una tendencia a la baja falta ver la primera Encuesta Nacional de Exclusión, Intolerancia y Violencia, realizada con base en una muestra de 13 mil 104 alumnos de bachillerato –entre 15 y 19 años– arrojó que Oaxaca, con el 14 por ciento, es la entidad federativa que registró la mayor incidencia de jóvenes que se han hecho daño con el propósito de quitarse la vida, reportó el periódico La Jornada en julio pasado.
En esa edad, las mujeres son el sector más vulnerable: 24.5 por ciento de las jóvenes oaxaqueñas encuestadas desean perder la vida y 21.7 por ciento han realizado algún acto para morir.
Junto con Veracruz, Puebla y el Estado de México, Oaxaca registra los mayores índices de depresión entre su población juvenil que tiene sentimientos de tristeza y soledad; cree que su vida es un fracaso; enfrenta falta de apetito o tiene ganas de llorar.
08/NA/CV