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De fraudes y dobles morales masculinas

Por Lucía Lagunes Huerta*

¿Con qué cara van a llegar los nuevos legisladores suplentes, que siempre fueron titulares, que usaron la cuota de género para garantizar su lugar en la LXI Legislatura?

¿Cómo explicaron a sus familias que todo estaba planeado para que las legisladoras renunciaran a fin de que ellos llegaran, qué bueno, eso es mentira, fraude, pero que en el amor y en la política todo se vale?

¿Qué clase de legisladores son Maximino Alejandro Fernández Ávila, Guillermo Cueva Sada; Carlos Alberto Ezeta, Alejandro del Mazo,Julián Nazar Morales, Guillermo Raúl Ruiz de Teresa, Alfonso Primitivo Ríos Vázquez y Carlos Enrique Esquinca Cancino, a quienes, más allá de sus bancadas, los une la doble moral con que juegan en la vida política de nuestro país?

Nada justifica el que las legisladoras se hayan prestado a la farsa; tanto para que su partido cumpliera con la cuota de género, como para que un varón sin mucho esfuerzo asegurara su curul: ¿qué clase de ciudadanía hemos construido?

Cuando apenas ayer se conmemoró un año más del Día Internacional por la Ciudadanía de las Mujeres, acordado en 1994, y el cual busca hacer que los gobiernos cumplan con las mujeres al poner en práctica los acuerdos durante la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, y los acuerdos de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, en inglés), donde se comprometieron a garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, poniendo en marcha mecanismos y políticas públicas que garantizaran el acceso equitativo a la educación, la participación política y los servicios de salud.

¿Qué clase de ciudadanía hemos construido cuando unos señores, no conformes con tener el 80 por ciento de las 500 curules, tramposamente escamotean una ley para engañar a la autoridad electoral y decirle que sí cumplen con las ley; engañar al electorado haciéndole creer que, en caso de que ganara su partido, quien llegaría sería una mujer, a sabiendas que quienes realmente legislarán son ellos?

¿Cómo les plantearon a estas ocho mujeres el acuerdo para engañar, aparentar, servir de vehículo para que ellos lleguen?

No conozco a ninguno pero, por este hecho, me habla de personas de una doble moral; son los mismos que justifican estar casados y tener una amante o varias, tener la descendencia dentro y fuera del hogar.

Son los que aprueban todos los métodos posibles para ganar: todo se vale, la compra de votos, la coerción, la violencia, todo, porque lo de menos es la forma, lo que vale es el resultado.

Así llegaron ellos a ocupar una curul: engañando. ¿Qué clase de legisladores serán, acaso de estos que llegan a ganar dinero tres años, vivir del erario público, votar por mandato del líder o por encargo de alguna televisora?

Estos ocho legisladores que llegan no representan la voluntad popular, ni construyen democracia. Si así lo hicieran, ellos renunciarían a ocupar una curul que no les pertenece legítimamente. Si son hombres honestos, hablarán con sus legisladoras para que reflexión su decisión y las conminarán a ser ellas quienes legislen.

Pero si su doble moral es la que rigen, con la cara dura y la sonrisa puesta, llegarán al Congreso, pelearán una comisión por algún interés, que no necesariamente significa beneficiar al pueblo, vivirán del erario público sin pena ni gloria, sin perder el sueño, porque esta trampa, al rato se olvida.

¿El resto de sus colegas, qué dirán, cómo los recibirán, acaso los aceptarán sin chistar, convirtiéndose todos en cómplices de este fraude?

Y la autoridad electoral, ¿qué tiene que decir, sancionarán a los cuatro partidos Verde, PRI, PT y PRD por esto, se pondrán a trabajar para cerrar toda posibilidad de fraude electoral, toda posibilidad de volver a repetir este escenario vergonzoso que ya desde hace dos elecciones se veía venir, y de lo cual alertaron las mujeres organizadas?

¿Y para el resto qué, qué lección aprendemos de esto, cómo construimos nuestra ciudadanía? Ya el movimiento de Esperanza Marchita nos llamó a la reflexión sobre los partidos políticos. Hoy el fraude de ocho señores tiene que hacernos nuevamente reaccionar y exigir la renuncia de estos legisladores.

* Periodista y feminista. Directora Ejecutiva de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).

09/LLH/LG/GG

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